José Luis Bordalás afrontaba un partido tranquilo en Mendizorroza, donde ambos conjuntos iban a pugnar por la décima posición. Un gol de Carlos Vicente antes de alcanzarse el cuarto de hora decidió el encuentro y aseguró la victoria de los anfitriones, que sólo han perdido en una ocasión durante el último mes. El cuadro madrileño, por el contrario, lleva cuatro derrotas consecutivas en este aciago final de campaña.
"El árbitro ha dado un portazo y ha dicho: 'Estoy hasta los huevos de aguantar a este equipo'. Imagínate si eso lo hubiera dicho un jugador o cualquier técnico; nos hubieran sancionado. ¿No hay sanción para los colegiados? Eso es lo que no podemos entender. Siempre nos ocurre con este árbitro, no nos ocurre con ningún otro", expresó el preparador alicantino, que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2025.
"Me comentaba Luis Milla que el árbitro le había dicho que le había rozado. Bueno, pues ¿qué esperamos?, ¿que le parta la tibia y el peroné y entonces sí le sacamos la roja? El reglamento es claro. Intentar o dar una patada es una agresión clara. El VAR está para ello, es lo que no entendemos", apuntó sobre la dura acción de Carlos Benavídez, quien coqueteó con la expulsión en el minuto 37 e igualmente será baja en Las Palmas por acumulación de tarjetas.
"Ha habido un detalle muy importante. Han cantado 'Greenwood, muérete' y el protocolo dice que, porque obviamente lo he leído, cuando ocurra una segunda vez hay que parar el partido y jugadores a vestuario. No se ha hecho", continuó Bordalás. "Creo que los árbitros tenían que haberlo hecho y, si son los primeros que no cumplen con el protocolo, no vamos a acabar nunca con los insultos y el racismo, que tanto nos enoja a todos", concluyó.