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Albert Ramos gana en Córdoba, pero Alejandro Davidovich dice adiós en Montpellier

Denis García
Albert Ramos ganó su partido en el ATP 250 de Córdoba.
Albert Ramos ganó su partido en el ATP 250 de Córdoba.@CordobaOpen
Cara y cruz para los tenistas españoles que jugaban este jueves por el mundo. Albert Ramos solventó su complicado partido ante Lajovic en el ATP 250 de Córdoba, pero Alejandro Davidovich no corrió la misma suerte y no pudo imponer su condición de favorito contra Halys, por lo que se despidió del ATP 250 de Montpellier.

Ramos fue la cara

Albert Ramos demostró una vez más que la tierra batida es su territorio. El cabeza de serie número tres se estrenaba en el torneo que se está disputando en la ciudad argentina de Córdoba tras un 2023 en el que solo conocía la derrota en sus cuatro partidos disputados en su paso por las pistas duras de los torneos australianos.

Y, pese a que tuvo que hacerlo en tres sets, consiguió derrotar a Dusan Lajovic por 6-4, 2-6 y 6-2 tras dos horas y 12 minutos de batalla. No pudo comenzar peor el catalán, porque cedió su saque a las primeras de cambio, aunque logró el contrabreak inmediatamente y, pese a que sufrió, le rompió el servicio al serbio en el décimo juego para apuntarse el primer parcial.

Las malas sensaciones, pese al resultado positivo del primer set, continuaron para Ramos, que no tuvo ninguna opción en el segundo y de ello se aprovechó Lajovic, el número 89 del mundo, para llevar el choque a la manga definitiva. La clave estuvo con 2-2 y saque del barcelonés, que salvó una bola de break en contra que desinfló a su rival, que no volvió a ganar un juego y acabó sucumbiendo.

De este modo, el tenista español se clasificó para cuartos de final, donde se medirá este viernes al portugués Joao Sousa, con el que tiene un balance de enfrentamientos muy favorable (6-2)

Y Davidovich fue la cruz

Alejandro Davidovich, quinto favorito para llevarse el ATP 250 de Montpellier, no pudo derrotar a su segundo jugador francés en dos días (ayer miércoles venció, aunque fuera por lesión, a Ugo Humbert). Quentin Halys, que a priori no debería haberle dado demasiada guerra al malagueño, estuvo muy sólido, sobre todo con su saque, y ganó por 6-3 y 6-3 en una hora y 21 minutos.

El jugador español se dio cuenta pronto de que ganar no iba a ser tarea sencilla, puesto que el cañonero galo hizo de su servicio un arma letal con la que no permitió ninguna opción de break en todo el primer set y logró seis aces con 14 de 15 puntos ganados con su primer servicio. Mucho más dubitativo estuvo un Davidovich que cedió dos roturas, por lo que el primer set fue un abrir y cerrar de ojos.

El segundo fue una cosa diferente. El andaluz salvó tres bolas de break en su primer turno, pero luego no pudo ejecutar ninguna de las tres a su favor de las que dispuso en el único juego con su servico en el que Halys se mostró vulnerable en todo el partido (acabó con 11 saques directos y un inapelable 90% de puntos ganados con su primer saque). Esto animó al galo, que dio un paso al frente y logró la rotura definitiva en el octavo juego de la segunda manga para acabar llevándose el partido ante el apoyo de su público.