Alcaraz muestra su mejor versión ante Dimitrov y se mete en cuartos de final en París
Por algún extraño motivo, Dimitrov, el número 28 de la clasificación de la ATP, salió a la pista con la impresión de pensar que no tenía nada que hacer ante Alcaraz pese a su buen momento de forma, no en vano había llegado a semifinales en el ATP 500 de Viena, donde cayó ante Medvedev, y en París había ganado sus dos partidos previos sin perder ningún set e incluso endosándole un 6-0 a Fabio Fognini en la ronda anterior.
La primera manga fue un paseo para el español. Ganó 12 de los 14 puntos con su saque y rompió el de su adversario hasta en tres ocasiones aprovechándose de sus 11 errores no forzados, con lo que en menos de media hora (29 minutos) ya tenía medio pie en cuartos de final gracias a su buen hacer y a la displicencia del búlgaro.
Esta dinámica continuó en el inicio del segundo parcial, donde la apisonadora murciana se puso 3-0 y parecía que un, a priori, bonito partido iba a ser un visto y no visto. En ese momento, a Dimitrov le dio por hacer acto de presencia, porque el tenista anterior parecía otro muy diferente al que llegó a ser comparado con Roger Federer y ocupar el tercer puesto mundial en 2017. También es cierto que Alcaraz le animó a meterse en el partido con dos dobles faltas en el quinto juego en el que su rival recuperó la rotura inicial. En el tenis profesional no se le pueden dar concesiones al adversario, y cerca estuvo el de El Palmar de lamentarlo porque, con 3-3 y su servicio, tuvo que remontar un 15-40 haciendo gala de sus mejores golpes. En el siguiente juego, Dimitrov sucumbió con su saque al haber visto tan cerca la luz, aunque fuera por un pequeño lapso de tiempo, y al español le bastó con estar seguro en su turno después para cerrar el choque en una hora y 13 minutos en la que fue su victoria número 57 en lo que va de temporada.
En la ronda de cuartos, Alcaraz se las verá con su buen amigo Holger Rune (19), uno de los jugadores de moda del circuito, que derrotó a Andrey Rublev por 6-4 y 7-5, por lo que el campeón del US Open deberá seguir en la misma línea para poder soñar con un título parisino con el que tendría asegurado matemáticamente el acabar el año en la cima del tenis mundial.