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Antony relata dramáticos momentos de su infancia: "salté sobre el cadáver"

Rafael Gómez
Antony, jugador del Manchester United
Antony, jugador del Manchester UnitedAFP
El extremo del Manchester United pasó por situaciones complicadas en Sao Pablo. En un ambiente tenso, hostíl y violento, él concretó su fichaje por el equipo paulista. Acto seguido, emigró a los Países Bajos, en donde encontró su máximo nivel con el Ajax

Brasil es uno de los países más respetados en el fútbol. El gigante sudamericano exporta cracks en cada mercado de verano. La magia. Los goles. Los ídolos. Las cualidades del Brasileirao impregnan su valía en el viejo continente. Antony (22) es, en ese contexto, una de las más recientes perlas cariocas. 

Además del fútbol, la violencia es otro factor implícito en las calles de Brasil. El deporte es, en muchos casos, el motor que impulsa a cientos de familias para salir de la pobreza y de la desigualdad, dos elementos comunes en Sao Pablo, la ciudad que vio nacer y crecer al extremo del Manchester United. 

“Nací en el infierno. Esto no es una broma. Para mis amigos europeos que no saben, la favela donde crecí en São Paulo se llama Inferninho”, dijo el futbolista de 22 años. 

Antony, convocado para disputar con Brasil el Mundial de Catar 2022, narra historias estremecedoras. Las armas, las balas, la muerte. Algunas favelas de Sao Pablo son un cúmulo de situaciones que llevan al ser humano hacia dos caminos: o te adaptas, o te quedas atrás. 

 “Estábamos tan acostumbrados a ver armas que ya ni siquiera daba tanto miedo. Era sólo una parte de la vida cotidiana. Teníamos más miedo de que la policía rompiera nuestra puerta. Una vez, irrumpieron en nuestra casa buscando a alguien y entraron corriendo y gritando. No encontraron nada, por supuesto”, comenta.

El jugador explica en una entrevista que, en una ocasión, se vio obligado a dejar a un cuerpo inerte en la calle. Con menos de 10 años, saltó por encima del cadáver. Antony tenía clase y no quería perder una sesión académica. 

“Una vez, en mi camino a la escuela cuando tenía unos 8 o 9 años, encontré a un hombre tirado en el callejón. Sólo que él no se movía. Cuando me acerqué, me di cuenta de que estaba muerto. En la favela, te adormeces un poco en algunas situaciones. No había otro camino a seguir, y tenía que ir a la escuela. Así que cerré los ojos y salté sobre el cadáver”.

Antony ingresó a la lista de convocados de Tité. El entrenador brasileño aceptó la incursión del extremo de los red devils, que terminó el primer tramo de la temporada con inconvenientes físicos.