Multiorgásmica. Así definió Martín Fiz la Maratón de Nueva York tras vivirla en primera persona. Todo corredor, con independencia de su nivel, se imagina por Central Park mientras el público anima sin cesar. Unos sueñan con terminarla y otros piensan en ser capaces de completarla en un tiempo determinado, pero cualquiera pone como objetivo disfrutar de una experiencia que, especialmente para quien viaja desde Europa, puede que no se vuelva a repetir.
Patada al balón
Era un adolescente cuando la celebración de un torneo multidisciplinar le hizo ver que había otras opciones más allá de los guantes de portero y el fútbol, y fue entonces cuando el atletismo entró de lleno en su vida... para siempre. Al principio, ya en edad laboral, lo compaginó con una jornada de ocho horas; después se redujo a la mitad y hubo un lapso de tiempo, desde 2008 hasta 2011, en el cual pudo dedicarse de forma exclusiva. Y, en consecuencia, llegaron un buen puñado de éxitos individuales y colectivos, especialmente a nivel nacional.
El paso de los años le hizo competir en una categoría, la máster, en la que sigue brillando con luz propia (en primavera, por ejemplo, se convirtió en campeón del mundo M45 de medio maratón tras terminar en una hora y ocho minutos). Sus mejores marcas quedaron atrás -2:13:46 en la distancia reina, 1:04:00 en los 21 kilómetros y 97 metros, 28:50 en 10 km y 13:59 en 5 km-, pero el deporte que tanto ama le sigue brindando oportunidades para sonreír. Su foco desde ya, según explica, está en Sevilla (Campeonato de España absoluto en maratón) y, más a largo plazo, en el Mundial de pista de Gotemburgo.
Una ilusión 'Major'
"El hecho de representar a mi país es lo máximo a lo que puede aspirar un deportista", explica el de San Pedro de Alcántara (Málaga), aunque para estar presente en más competiciones de carácter internacional necesita que se mantenga el patrocinio institucional (a través del programa Marca Marbella). Aún sigue esperando la última compensación, de 10.000 €, lo que supone "una gran ayuda" a la hora de poder afrontar viajes como el de marzo, cuando se desplazó a Toruń (Polonia).
De los 809 españoles que completaron la carrera en la ciudad del Times Square, Javier fue el más rápido. "Es una satisfacción enorme", apunta, aunque cree que podría haber logrado un premio mayor en su rango de edad -de 45 a 49-. Y eso que se llevó el bronce entre 3.503 personas. Además, destaca que su objetivo principal era divertirse y pone en valor el papel del público, que se "vuelca" con la cita y hace que la sensación sea de ir como "en una nube".
"Influyen muchas cosas en este deporte, que es muy sacrificado y está muy lejos de otros. La genética cuenta, pero es importante tener el apoyo de la familia, entrenador, fisioterapeuta, sponsor... Todo eso hace que puedas estar motivado cada día. No tiene que ser un sufrimiento. El tema mental, en general, también es un 30% o un 40%", concluye Carretero, quien espera que los jóvenes puedan contar con más apoyos de los que ha tenido él y mantiene la ilusión de, algún día, poder completar los seis Majors (le faltan Chicago, Londres, Boston y Tokio).