Estados Unidos-Francia: el rey LeBron se cita con el príncipe 'Wemby' por el oro
En Atenas los Juegos Olímpicos de Atenas (2004), el Rey LeBron, 40 años en diciembre, estrenó su vitrina olímpica con un decepcionante bronce, mejorada después con los oros en Pekín (2008) y Londres (2012).
"Sangre vertida"
Unos meses antes, en enero de aquel año, veía la luz Wembanyama, el 'alien' -como le calificó el propio LeBron- llamado a cambiar el baloncesto con sus 2,24 metros y capacidad para hacer de todo en una pista.
Dos décadas después el Rey se resiste a capitular en su último baile con la selección, tras 12 años de ausencia, y es el mejor jugador de Estados Unidos en el torneo.
En cambio 'Wemby' no está a la altura de lo esperado en su primera competición internacional. Muy fallón (4/17 en tiros ante Alemania en semifinales), ha mostrado carácter e inteligencia para fajarse en otras facetas y ser relevante.
"Nuestro himno habla de sangre vertida, no es nada si nos permite alcanzar el oro, daré toda mi sangre", señaló en zona mixta tras ganar a Alemania en semis cuando le preguntaron por un corte en el cuello.
Pero todo puede cambiar en 40 minutos. A LeBron le acompañan Kevin Durant -tres oros-, el héroe del equipo hace tres años en Saitama cuando la cita olímpica se jugó a puerta cerrada. Por aquel entonces, Francia fue capaz de ganar en la fase de grupos al Team USA para luego caer en la final.
Embiid se enfrenta al ruido
El tercer mito es Stephen Curry, extraño debutante olímpico y discreto hasta su exhibición en semifinales para evitar la rebelión de Serbia, por delante en el marcador 35 minutos -13 de ventaja al principio del último cuarto- pero que no resistió sus 36 puntos (9/14 en triples).
LeBron tampoco faltó a la cita con un triple doble: 16 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias.
El trío acumula 10 títulos de la NBA y está rodeado por estrellas de la nueva generación como Anthony Edwards, Devin Booker o el líder de los Celtics campeones, Jayson Tatum, con muy poco protagonismo.
En la pintura, el peor enemigo de la afición francesa, Joel Embiid, que decidió jugar con el equipo estadounidense tras haber mostrado su deseo de hacerlo con los Bleus.
Tanto en Lille -donde se disputó la primera fase- como en París el jugador nacido en Camerún ha sido abucheado cada vez que toca la pelota. Lejos de amilanarse responde con gestos y actuaciones cada vez mejores.
Cambiar todo en dos días
Tras decepcionar en la primera fase, el seleccionador galo, Vincent Collet, decidió romper las 'Torres gemelas' Rudy Gobert-Wembanyama, relegando al primero al banquillo, situando como cuatro a Yerschon Yabusele y dando carrete a otro guerrero como Mathias Lessort.
No pudo salir mejor. El 'Oso Bailarín' se ha convertido en el líder ofensivo acompañado por un héroe inesperado, Isaia Cordinier, en un equipo que muerde en defensa.
"Es impresionante los cambios que han hecho en su estilo en medio del vuelo. Son muy físicos y están jugando realmente duro. Tenemos que estar preparados para ese nivel físico y superarlo", señaló Steve Kerr este viernes.
El capitán galo, Nico Batum, observó el giro desde otra perspectiva: "Hicimos un mes de preparación para casi nada, hemos cambiado todo en dos días. Pero encontramos la fórmula correcta".
"Ellos son más fuertes que hace tres años pero estamos en casa y es la magia de los Juegos, en un partido pueden pasar locuras. Tendremos al pabellón y a un país detrás de nosotros", señaló.
Curry, cuatro veces campeón de la NBA, conoce la altura del reto: "El partido de nuestra vida. Será una batalla, es lo que se supone que tienes que hacer para ganar una medalla de oro. Se trata de salir ahí fuera y demostrar los killers que somos".