Les Bleus, subcampeones olímpicos, llegaron a Lille el lunes 22 de julio a mediodía con una racha de cuatro derrotas en el equipaje, pero no están demasiado preocupados.
"Vamos a empezar con lo serio, que es quizás donde mejor jugamos. Llevo 15 años en la selección francesa y nunca he aprendido nada de la preparación", declaró el capitán Nicolas Batum (35) tras la derrota del domingo por 83-82 ante Australia en Orleans.
Bajo presión defensiva
Tras vencer a una débil Turquía (96-46) y luego a una diminuta Alemania (90-65), Francia se vino abajo en cuanto el camino se complicó, enfrentándose a la misma Mannschaft, mejor equipada (70-65), a Serbia (79-67), a Canadá (85-73) y luego a Australia.
Todos aspirantes al podio o incluso al título (Canadá, Serbia), elegidos deliberadamente para mostrar a Francia su verdadero nivel, una lección aprendida del año pasado, cuando tuvo una preparación tranquila antes de estrellarse en la primera ronda de la Copa del Mundo.
Esta vez ha podido enfrentarse a algunas de las selecciones más atléticas y espera sacar provecho de ello cuando se enfrente a Brasil y luego a Japón, que probablemente les someterán a menos presión defensiva.
"No será más fuerte, pero (la presión defensiva) es la principal razón de nuestros problemas ofensivos", declaró el seleccionador Vincent Collet (61).
Al equipo le costó armar su juego y encontrar a los jugadores interiores, su principal fuerza de ataque. El resultado fue un gran número de balones perdidos.
Combinaciones por encontrar
Las numerosas rotaciones de Collet no han ayudado a los jugadores a desarrollar automatismos en el juego y él "sigue buscando cinco jugadores que funcionen, que estén lo más equilibrados posible y que encuentren una cierta química sobre el terreno de juego".
"Empiezan a surgir cosas, pero se cuestionan casi todos los partidos. Cuando empieza el partido, no puedo decir cuál de mis jugadores de campo va a rendir bien o no", afirmó el seleccionador.
Todavía está buscando la mejor combinación entre los bases puros Frank Ntilikina (25) y Matthew Strazel (21) (con Andrew Albicy (34) actualmente en un papel secundario) y los escoltas Isaïa Cordinier (27) (con un perfil más defensivo), Nando De Colo (37) y Evan Fournier (31).
Este último, máximo anotador en las últimas campañas del equipo, está falto de ritmo y acierto, sobre todo desde la línea de tres puntos (6/22 en todo el periodo de preparación).
Wembanyama ya es indispensable
El sector interior ofrece más garantías, pero Collet sigue buscando la mejor fórmula, que no es necesariamente la combinación de las torres gemelas Victor Wembanyama y Rudy Gobert (32) por la que apostaba antes del inicio de la preparación.
"Defensivamente está bien, pero en ataque es menos eficaz. Tenemos que utilizarlo, pero no sistemáticamente. Tenemos que encontrar las mejores combinaciones en diferentes momentos del partido", subrayó Collet, alabando el impacto de Mathias Lessort (28) y Guerschon Yabusele (28).
Este último en particular puede acercar a "Wemby" al aro. Collet quiere verle allí más a menudo y que sea asistido "en las mejores condiciones".
"Es nuestro mejor jugador: recibe un trato especial de nuestros rivales y necesita eso de nuestro equipo", añadió el técnico.
El prodigio de San Antonio ha sido el máximo anotador en los prolegómenos del torneo (18,4 puntos de media), y el domingo se quedó a las puertas del triple-doble (17 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias). A sus 20 años y en su primera campaña, está demostrando ser la principal arma de Les Bleus.