Un Real Madrid brillante arrolla al Gran Canaria en el primer duelo de la serie (95-68)
No tuvo historia el primer partido de la serie en el Wizink Center, que vivió una fiesta, disfrutó y jamás vio peligrar la victoria de su equipo. Venía con mucha ilusión el equipo dirigido por Jaka Lakovic y presidido por Sitapha Savané pero el Madrid no les dio opción siquiera de meterse en el choque.
En un arranque fulgurante, se distanció de su rival desde el primer momento y fue aumentando paulatinamente la ventaja en dos primeros cuartos magníficos por parte de los blancos. A los de casa les salía todo y los visitantes se veían desbordados en todas las facetas del juego. En defensa no podían contener el tremendo potencial ofensivo de los de Chus Mateo y en ataque no daban con la tecla para recortar diferencias. En el descanso la diferencia era de 26 puntos a favor del Madrid.
Tras el descanso, el Madrid se dedicó a nadar y guardar la ropa. Sin permitirse relajaciones que pudieran dar esperanza a los canarios, Mateo fue dosificando a sus jugadores para ir manteniendo una cómoda ventaja que impidiera sustos inesperados.
Por parte del Real Madrid anotaron todos los jugadores que salieron a la cancha. Musa, con 20 puntos y 21 de valoración, fue el máximo anotador. Mención especial merece Sergio Llull, que se convirtió en el máximo anotador en toda la historia del club superando a Felipe Reyes. Sus 16 puntos, con 4 de 5 en triples, reflejan su buen estado de forma. Sergio Rodríguez acabó con 11 puntos, 3 asistencias y una gran dirección de juego.
Damien Inglis y el polaco Balcerowski, con 15 puntos cada uno, fueron los más destacados del equipo canario.