Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Los Nuggets frenan a los Warriors y ganan el duelo de campeones en Navidad (120-114)

Aaron Gordon y los Nuggets cumplieron con su trabajo.
Aaron Gordon y los Nuggets cumplieron con su trabajo.AFP
Los dos últimos campeones de la NBA se enfrentaron en el Día de Navidad, pero tras una gran batalla, los Nuggets acabaron derrotando a los Warriors y conservando el segundo puesto del Oeste.

El segundo partido del Día de Navidad de la NBA enfrentó a los dos últimos equipos en coronarse campeones. Los Denver Nuggets fueron los anfitriones de la noche, buscando confirmar su buen momento de forma actual frente a los Golden State Warriors, que atraviesan un mal momento, con sus inconsistentes resultados y la sonada suspensión de Draymond Green.

El hecho de que tardaran casi tres minutos en anotar su primera canasta así lo ponía de manifiesto. Sin embargo, con la excepción de Jamal Murray, los Nuggets tuvieron poca presencia ofensiva y el partido tardó en arrancar. Fue cuando Michael Porter Jr encestó dos triples seguidos cuando el Ball Arena despertó y Denver se puso las pilas.

Pero la entrada de la segunda unidad desorganizó por completo a los locales, y Golden State logró limitar los daños al cabo de un cuarto (29-26). A partir de ahí, el nivel del equipo subió mucho, pero fue el siempre sorprendente novato Brandin Podziemski quien puso por delante a los Warriors. De repente, Denver estaba totalmente apagado, pero rápidamente recuperó la compostura.

Volvieron los titulares y los Nuggets reanudaron su marcha hacia adelante. Animados por un gran Jamal Murray, encadenaron una racha de 14-3 para recuperar el control del partido. Pero los Nuggets volvieron a caer en un falso ritmo, lo que permitió a los Warriors remontar e incluso liderar al descanso (53-54) en un partido relativamente decepcionante.

Ya pisándoles los talones, los Warriors desplegaron por fin su baloncesto y se pusieron por delante, aunque sin romper el empate. Entre otras cosas porque Steph Curry por fin estaba a su nivel, al contrario que Nikola Jokic. Murray también estuvo limitado por problemas de faltas, aunque eso no impidió a Denver recuperar la ventaja aprovechando la debilidad exterior rival y la buena intensidad defensiva.

Sin embargo, los Warriors seguían en el partido al final del tercer cuarto, manteniendo una decente capacidad de tiro (92-89). El nivel de juego bajó entonces bruscamente, con ambos equipos forzando tiros desde la larga distancia, y Golden State desperdiciando muchos tiros antes de que volvieran los titulares. Con un solo punto separando a los dos equipos a falta de 6 minutos, el final del partido prometía ser épico.

Y de hecho lo fue, con el inesperado Andrew Wiggins aportando su granito de arena, pero los Warriors parecían algo cortos. Dos grandes tiros de Murray abrieron brecha y Golden State nunca se recuperó, pese a los esfuerzos de Curry. Jokic puso la puntilla al partido en los últimos instantes con un mate para ganar 120-114. Al final, una victoria lógica para un equipo que confía en sus fuerzas y que volverá a ser aspirante al título esta temporada.