Cádiz y Almería, como buenos hermanos, se reparten los puntos en el derbi andaluz (1-1)
Sin pólvora arriba es imposible conseguir victorias. Y el Cádiz lo está comprobando jornada tras jornada. Su puesta a punto es buena, su actitud es muy positiva, su idea funciona para generar ocasiones, pero, en la suerte del gol la calidad no les está acompañando. Y cuando consiguen perforar la meta contraria, como ante el Almería en la primera parte, a veces se les anula la diana, y bien anulada aunque les duela reconocerlo. Luego marcarían, sí, para neutralizar el tanto de Melero, pero ninguno se marchó contento del derbi andaluz.
Los gaditanos fueron los dominadores de los primeros minutos, salieron con más ímpetu y agresividad a la hora de hacerse con la pelota y mirar a la cara a Fernando Martínez. Durante el parón, esa alegría les había dado buenos frutos ante el Manchester United (4-2) y la Roma (3-0). LaLiga, sin embargo, no tiene nada que ver con los amistosos. Los errores se pagan caros. Tuvieron ocasiones, Negredo y Alcaraz en particular, para abrir el marcador, pero perdonaron. Sí acertó Ocampo pasado el cuarto de hora con un disparo monumental desde la frontal. La alegría amarilla apenas duró un minuto, lo que el colegiado tardó en comprobar que toda la acción procedía de una falta previa -pisotón peligrosísimo- de Fali a Robertone.
A partir de ahí, la rabia de los locales chocó con los suspiros almerienses y se vivieron momentos de tensión y cierto juego sucio. Las aguas tardaron en volver a su cauce y cuando lo hicieron fue para favorecer al Almería. Melero se encontró con un balón rebotado dentro del área, se revolvió bien para hacerse hueco y armar un derechazo que se coló como un misil por la escuadra de Ledesma. Conan no pudo esta vez, como sí había hecho minutos antes con Ramazani, evitar el gol.
El Almería, negado en las segundas partes
La esperanza para los de Sergio González era que los rojiblancos acostumbran a marcar en las primeras partes -12 goles en ese período por 5 en las segundas mitades-. Y es verdad que no marcaron más por muchas oportunidades claras que dispusieron. La más de todas, un remate a bocajarro que sacó Iza Carcelén sobre la línea de gol cuando algunos incluso daban por hecho el tanto. Hubiera sido la sentencia, mas la bola no superó la línea. Poco antes, El Bilal Touré había estrellado un remate a media distancia en el palo.
Esas vidas extra que concedieron los de Rubi a los locales fueron oro puro. Aguantaron en los peores momentos las embestidas de Baptistao y Embarba, y tuvieron su premio a ocho minutos del final. Desde la izquierda, como durante casi todos sus ataques, llegaría el empate. No fue Ocampo, el más incisivo, sino un saque de banda el que hizo que el balón quedase suelto en el borde del área pequeña y Lucas Pérez, quien más cerca se encontraba, el que pusiese de zurda las tablas en el Nuevo Mirandilla.
Los porteros, clave en el último minuto
El estadio estalló de júbilo, los decibelios subieron hasta hacer necesarios los tapones y ambos contendientes se lanzaron en una lucha sin cuartel a por el triunfo. El electrónico, sin embargo, no se movió más por culpa de los porteros. Fernando Martínez se quedó en el primer palo adivinando las intenciones del Choco Lozano. E inmediatamente después, en la última acción del encuentro, Puigmal tuvo la victoria para el Almería en sus botas, pero Ledesma se hizo gigante para salvar un punto para el Cádiz.
Los gaditanos siguen con muchos problemas y cierran el 2022 en descenso, penúltimos con 12 puntos. El Almería, más cómodo, sigue en la zona media con 17 y cinco de ventaja sobre la zona roja.
Jugador Flashscore del partido: Lucas Pérez.
Todos los detalles del encuentro, en Flashscore: Cádiz-Almería.