Las autoridades locales tomaron la medida de precaución mientras vigilaban la situación.

Los coches no saldrán a la pista hasta el viernes, cuando se prevé menos lluvia, pero el personal técnico y de las escuderías tiene que preparar los garajes y el hospitality.

Las imágenes y los vídeos difundidos en las redes sociales mostraban la crecida de las aguas a su paso por el circuito. Había agua estancada en el paddock, pero no estaba inundado.

La Gazzetta dello Sport informó de que algunas carreteras cercanas al circuito habían sido cerradas y que los aparcamientos estaban inundados.

La agencia de protección civil italiana emitió el lunes un aviso meteorológico de alerta roja para la región septentrional.

Los organizadores del Giro de Italia suprimieron la subida más alta de los Alpes y acortaron la decimotercera etapa del viernes debido a la nieve y al riesgo de avalanchas.

Las lluvias torrenciales causaron grandes inundaciones y mataron al menos a dos personas en Emilia Romagna a principios de este mes.