De este modo, el hijo del dueño de la escudería sumó un punto y dejó al piloto español sin el que se habría merecido.
"Te sugiero que aflojes y dejes pasar a Fernando. Está cuatro segundos por detrás", le dijo su ingeniero. Pero Stroll hizo caso omiso y siguió a lo suyo sin conseguir adelantar a Tsunoda. "No me importó demasiado, era un punto para el equipo. No importa qué coche de los dos se lo lleve. Creo que estuvo intentando hasta la última curva pasar a Tsunoda, así que creo que fue lo que había que hacer", dijo Alonso para quitar hierro al asunto.
Pero esto sienta un mal precedente en una relación hasta ahora idílica entre ambos... a pesar de que Lance Stroll, para reivindicar su calidad y justificar que no está en la F1 por ser hijo de quien es, ya ha lanzado algún tirito como cuando destacó, recordando lo buen piloto que decía la gente que era Alonso, su igualdad en las clasificaciones tras Imola y Mónaco.
Un consuelo menor que no oculta la enorme diferencia de puntos que uno y otro han aportado a Aston Martin desde la llegada del asturiano.
En todo caso, por un mísero punto, Stroll no se ha ganado precisamente las simpatías de nadie. Ni tampoco ha recortado la distancia que le separa de Fernando Alonso, que ahora es de 21 puntos.