Duke liquida la solvencia de Túnez y pone contra las cuerdas a Dinamarca en el grupo D
Un delantero de la Segunda División Japonesa deja casi sin opciones a el equipo de África con mejor defensa. Mitchell Duke, de 31 años, realizó una función excelsa en la segunda jornada de la fase de grupos y, con un cabezazo, tumbó la solvencia de Túnez.
Túnez llegaba a la segunda jornada de la fase de grupos con un objetivo: ganar. El empate no era suficiente. La derrota menos. Después de igualar frente a Dinamarca, a los africanos les quedaban pocas opciones, y más si el calendario visualiza a Francia como el último contrincante.
Si en el lado de Túnez llovían preocupaciones, en Australia no escampaba. El equipo de Oceanía fue goleado por Francia en la primera fecha. Un empate era el fin de su participación en Catar. Por ello, Graham Arnold estructuró con inteligencia un plan que se basó en un ejercicio: la presión.
El desgaste físico de Duke (31) y de McGree (24) fue admirable. Los delanteros australianos asediaron a los defensores tunecinos, que se veían complicados con el balón en los pies. El no gozar de la tranquilidad con la pelota ocasionó malas entregas en la mitad del campo y dividió, a su vez, el espacio entre los centrocampistas y los atacantes africanos.
La presión de Duke
La estrategia de Australia fue efectiva. Túnez llegó al partido como el equipo con mejor estadística defensiva de África. Concedió tan sólo dos goles en las clasificatorias. En el primer juego, igualó a cero con Dinamarca.
Inquietar a la defensa de Túnez se transformó en una ventaja inmensa. Tanto así que Duke, en el minuto 23, conectó un cabezazo en el centro del área africana que dejó sin capacidad de reacción a Dahmen. Las gradas amarillas festejaron con vehemencia. El triunfo, analizando el calendario, deja a Australia con una posibilidad enorme de avanzar a los octavos de final.
Túnez jugará con Francia la última fecha. Los australianos, en contraste, se enfrentarán a Dinamarca en un partido directo por la clasificación. Aunque los africanos aún manejan opciones para mantener la permanencia en Catar, no dependen de sí mismos. Necesitan derrotar a Francia y, además, esperar un empate a cero entre los daneses y los de Oceanía para seguir soñando con no regresar a casa de forma prematura.