El atleta sueco lucha contra sí mismo. Esa es la sensación que da cada vez que compite en el tartán con su pértiga. En tierras germanas volvió a pasar después de conseguir la victoria en sólo tres saltos. A la primera superó los 5,82 m., 5,91 m. y 6,06 m.
El triunfo lo consiguió en su primer salto. Los otros dos le sirvieron de entrenamiento para ponerse manos a la obra y empezar su verdadera competición. Puso el listón en 6,22. Su récord en pista cubierta es de 6,20 pero al aire libre se eleva un centímetro más. Y eso es lo que también quiso superar Duplantis, campeón olímpico.
No lo consiguió en los tres intentos que tuvo para ello. "Romper el récord mundial es mi objetivo esta temporada bajo techo", dijo frustrado en lo que ha sido su segunda competición invernal. En la primera, en su país, ganó con un mejor salto de 6,10 metros después de haber fallado también en la misma altura de 6,22.
En Berlín, el podio lo completaron el checo Ernest Obiena y el australiano Kurtis Marschall, ambos con 5,82 metros.