El Barcelona llega al parón por el Mundial de Catar con una marca insólita. El equipo de la Ciudad Condal, que suele ser uno de los más potentes en ataque, ha ofrecido un rendimiento sobresaliente en el apartado defensivo: cinco goles encajados tras los 14 primeros partidos. Aun así, los de Xavi Hernández no han renunciado, ni mucho menos, al área rival (lideran sobre los otros 19 conjuntos de la tabla clasificatoria -han disputado uno más que Real Madrid-).
El equipo catalán no había conseguido nunca un registro de tales características, aunque sí muy cercano. En la campaña 1968/69, a estas alturas del campeonato liguero, había recibido tan solo seis goles. La gran diferencia, sin embargo, es que ahora lidera y entonces estaba en tercera posición (por detrás de Real Madrid y Las Palmas). Con 18 goles a favor, había perdido tres encuentros y empatado otros tres.
El buen hacer de Ter Stegen está siendo una de las claves del gran rendimiento de los culés. El germano ofreció un nivel más bajo de lo normal en la campaña anterior y eso pasó factura a los azulgranas, pero nada tiene que ver con lo de este año. El guardameta del Barcelona, que será rival de España en el Mundial -a la espera de conocer su rol-, ha conseguido echar el cerrojo en LaLiga. Aunque es un trabajo de equipo, Alejandro Balde, Jules Koundé, Eric García y el resto de zagueros también tienen su cuota de responsabilidad.
Mucho mejor que el Real Madrid
El Real Madrid debe mejorar en defensa de cara a 2023 porque ya ha encajado 13 goles -casi el triple respecto al Barcelona- y apenas ha dejado la portería a cero desde que arrancara el nuevo curso. Los blancos recibieron tres frente al Rayo Vallecano en una nueva demostración de cuáles son las principales carencias por parte del cuadro que comanda Carlo Ancelotti, con un registro peor, por ejemplo, que el del Villarreal.