El Real Madrid vuelve a reinar en la Copa del Rey juvenil (2-1)
Está siendo una temporada perfecta la de los jóvenes talentos blancos dirigidos por Álvaro Arbeloa, quienes aún no conocen la derrota.
Ya desde el inicio, en el minuto siete, Pol Fortuny no tuvo un mejor regalo para celebrar sus 18 años que anotando de cabeza un magnífico centro de Youssef Enrique.
Apenas diez minutos después, Manuel Ángel amplió la ventaja con un golazo extraordinario, maravilloso. Un balón despejado por la defensa rival llegó al capitán madridista para firmar un zurdado teledirigido a la escuadra ante el que nada pudo hacer Bruno Iribarne, el portero rojiblanco.
Con el 2-0 en el electrónico, el control era absoluto de los blancos sin que el Almería pudiera reaccionar. Ni las cabalgadas de Marciano servían para activar a sus compañeros. Al contrario, estuvo más cerca el tercero, con Nico Paz, que el 2-1. Así que se llegó al descanso con todo decidido. O casi, porque el Almería, en su primera final, no iba a renunciar a la gloria tan pronto.
Lasarte agitó el árbol, probó a Fede Oliva y a Valen Gómez, y los suyos ganaron en intensidad y verticalidad. Gracias a eso comenzaron a llegar las primeras oportunidades... y el gol que devolvió la emoción a la final. Rachad aprovechó un error de Diego Piñeiro al no despejar una cesión de Youssef para perforar la portería blanca.
Con el 2-1 se vivieron muchos nervios sobre el verde del Reino de León, especialmente en el portero del Madrid. Los últimos minutos, frenéticos, mostraron al mejor Almería, pero el campeón supo sufrir para retener su corona y volver a alzar el título de la Copa del Rey.
Su siguiente reto, la Youth League, donde le espera el AZ Alkmaar este próximo martes.