Llega el 'Aguacate Bowl', la Super Bowl LVIII de las curiosidades más disparatadas

El origen de la Super Bowl

Allá por 1967 surgió este duelo para enfrentar a las dos ligas de fútbol americano existentes en Estados Unidos (American Football League y National Football League) y decidir cuál de las dos ganaba cada año. Al fusionarse ambas en 1970 formando la actual NFL, se establecieron las dos conferencias (NFC y AFC) que pugnarán por el título en Las Vegas durante la Super Bowl LVIII.

¿Por qué los números romanos?

Podría parecer una excentricidad propia de los aires de grandeza con los que suelen vivir los estadounidenses, pero la costumbre de contabilizar la Super Bowl con números romanos tiene bastante sentido.

Lo cierto es que las cuatro primeras ediciones (1967-1970) llevaron los números habituales, pero a partir de la fusión en la NFL se empezaron a utilizar los romanos. La principal razón fue la de diferenciar este partido, mucho más importante, del resto de la temporada. Por otro lado, la fase regular se juega a finales de un año -con la extensión del calendario a 17 choques se prolonga al siguiente- y los playoffs se disputan a principios de otro, por lo que podría confundir llamar a esta Super Bowl 2023 o 2024. Finalmente, también se le quiso dotar de cierto aura de gladiadores a la contienda. Desde que se adquirió este formato, sólo la edición 50 ha llevado números naturales.

Un trofeo único para el ganador

Lejos de la costumbre que tenemos en el viejo continente de entregar una réplica del trofeo a los equipos que ganan una competición, el Trofeo Vince Lombardi, que acredita al campeón de la NFL, es fabricado nuevo cada año por la prestigiosa Tiffany & Co. y su valor asciende hasta los 50.000 dólares.

Una publicidad realmente cara

El último contrato televisivo que firmó la NFL para ceder sus derechos a las cadenas que retransmiten la liga de fútbol americano fue de 110.000 millones de dólares en 11 años. El doble que los anteriores y mucho más que los de cualquier otro deporte. Por ello, los encargados de producir televisivamente la Super Bowl cada año -van rotando y cambian en cada edición- exprimen a las marcas que se quieren publicitar durante el encuentro. Un espacio de 30 segundos en la retransmisión más vista de 2024 en EE.UU. costará en torno a seis y siete millones de dólares.

El aniversario de Usher

Junto con el propio partido, el 'Halftime Show' es el momento más esperado de la Super Bowl. Si el año pasado significó el regreso de Rihanna a los escenarios tras una larga ausencia, en 2024 servirá para celebrar los 30 años de carrera musical del cantante afroamericano de R&B Usher.

¿Llegará Taylor Swift?

Desde que se confirmó la relación de la famosa cantante con Travis Kelce, 'tight end' estrella de los Kansas City Chiefs, se ha podido ver a la cantante presente en muchos de sus partidos. Sin embargo, llegar al Allegiant Stadium será toda una odisea para Swift, que terminará el día 10 el cuarto de sus conciertos en Tokyo y al momento se enfrentará a 12 horas de vuelo y 8.900 kilómetros de distancia para llegar a tiempo a Nevada. Afortunadamente para ella, tiene los husos horarios a su favor y la embajada estadounidense en el país nipón se ha encargado de asegurarle una llegada sin problemas.

'Aguacate Bowl'

Es un clásico que las familias estadounidenses se reúnan en sus casas para ingerir cantidades ingentes de comida mientras ven la Super Bowl. Según el presidente de la Asociación de Productores y Empacadores de Aguacate de Jalisco, Eleazar Oceguera Aguayo, se espera que para la cita del próximo 11 de febrero en el Allegiant Stadium lleguen desde México 130.000 toneladas de aguacates, de las que 15.227 serán de aguacate de Jalisco. La mayoría se emplearán para hacer el guacamole que acompañe a miles de raciones de nachos.

Una reventa prohibitiva

Como ya contamos en un extenso artículo en Flashscore, las entradas para ver en directo la Super Bowl llegan a costar la desorbitada cifra de 77.500 euros. Lejos quedan de los 12$ que costó el boleto más caro para la primera edición de este encuentro, celebrado en Los Angeles Memorial Coliseum.

La primera de Las Vegas

A la NFL le suele gustar llevar la Super Bowl a lugares en los que el buen tiempo esté garantizado. Por ello, Miami ha sido la ciudad en las que más veces se ha celebrado (11). Sin embargo, curiosamente, también fue el primer lugar en el que se disputó bajo la lluvia. La de este año será una edición diferente, puesto que será la primera que se juegue en Las Vegas y la temperatura no superará los 12ºC a la hora del Chiefs - 49ers.

Cuatro equipos malditos

En una liga que suele tener rotación constante de dominadores, sorprende que todavía cuatro equipos de los que actualmente conforman la NFL no hayan disputado siquiera la Super Bowl. Se trata de Detroit Lions, Cleveland Browns, Jacksonville Jaguars y Houston Texans. Luego está el caso de Minnesota Vikings y Buffalo Bills, que han comparecido cuatro veces en el duelo final y nunca han ganado. Los neoyorquinos lo hicieron de forma consecutiva entre 1991 y 1994.

Todos pegados al televisor

Se espera que cerca de 160 millones de personas sintonicen la Super Bowl LVIII en sus televisores. De ellos, entre 45 y 60 serán de fuera de los Estados Unidos. En Estados Unidos la audiencia ha estado por encima de 100 millones en 12 de los últimos 13 años. En 2023 tuvo 115,1 sólo en el país americano, la más vista de la historia.

¡A ganar, a ganar, pollo para cenar!

Nada mejor que una clásica frase de casino para presentar este dato. Según el Consejo Nacional del Pollo de Estados Unidos, se prevé un consumo muy próximo a los 1.450 millones de alitas de pollo durante el partido, algo menos que los 1.500 del año pasado. Para ello se necesitarán casi 800 millones de pollos que pongan sus extremidades a disposición de los fanáticos de la NFL. La salvaje demanda de este producto aumentará su valor durante un par de días de acuerdo con los datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. Se estima que cada estadounidense podría ingerir unas cuatro alas de media durante el partido.

¡Cerveza para todos!

La comida hay que maridarla con algo. Pues bien, los ciudadanos estadounidenses lo harán con más de 1.230 millones de litros de cerveza. Esto supone un gasto de 10.800 millones de dólares (10.029 millones de euros aproximadamente) en dicho brebaje. 

Todo al blanco

Vestir de blanco suele salir bien en la Super Bowl. En las últimas 19 ediciones, solo Green Bay Packers (verde en 2011), Philadelphia Eagles (verde en 2017) y Kansas City Chiefs (rojo en 2020) se llevaron el trofeo Vince Lombardi a casa jugando de un color distinto al blanco. En Las Vegas, los Chiefs quieren repetir hazaña y portarán su casaca roja.

No te cases el día de la Super Bowl

Cuando decimos que Estados Unidos se paraliza por la Super Bowl lo hacemos muy en serio. El fin de semana del ‘Gran Partido’ es durante el que menos bodas se registran en el país americano en todo el año. Suponemos que nadie quiere recordar el día de su boda como aquél en el que asistieron a la fiesta con menos invitados de su vida.

Las empresas tiemblan

Las empresas entran en pánico con la resaca de la Super Bowl. Cada año, el lunes siguiente a esta cita, un 6% de los empleados norteamericanos falta al trabajo por enfermedad. A ello hay que sumarle que unos 4,4 millones de personas llegan tarde a su puesto. 

¡No sin mi hamburguesa!

No podemos negar que en Estados Unidos las hamburguesas son uno de los platos estrella. Están buenísimas. Por ello, no es casualidad que se consuman más de 14.000 millones durante el fin de semana en el que se disputa la Super Bowl LVIII.

Buscando el doblete

Los Kansas City Chiefs tienen la oportunidad de convertirse en el octavo equipo que gana dos Trofeos Lombardi de manera consecutiva. Entre todos los que ya lo han hecho, sólo los Pittsburgh Steelers han culminado la gesta por partida doble. Como no, Tom Brady y sus New England Patriots fueron los últimos en conseguirlo, hace ya 19 años.