El City va en serio en esta Champions y no tiene piedad de un desconocido Bayern (3-0)
Como lo que funciona en el mundo del fútbol, y en la vida en general, es mejor no tocarlo, Guardiola repitió la fórmula de cuatro centrales que tan buen resultado le venía dando últimamente (la última derrota del Manchester City fue el pasado 5 de febrero) aunque, eso sí, con toda la dinamita ofensiva intacta que aportan jugadores como De Bruyne, Bernardo Silva, Grealish o un Haaland que tenía la espinita clavada de haber perdido sus siete partidos jugados ante el Bayern.
Por su parte Tuchel, la bestia negra del City (su Chelsea fue el que les privó de levantar su primera Orejona en la final de 2021) sí que hizo varios cambios en su once de gala y dejó en el banquillo de inicio a futbolistas de la talla de Mané, Müller o Cancelo para poner como falso nueve a Gnabry (que estuvo muy incómodo y desubicado al no ser esa su posición), aunque la enorme profundidad del armario bávaro le dio para sacar un equipo de talla mundial con Sané, Coman o Musiala buscando el gol.
Igualdad máxima al inicio
Con cambios o sin ellos, dos entrenadores con la personalidad aplastante de Guardiola y Tuchel imprimen su sello en cualquier equipo que pase por sus manos y eso se pudo ver en el Etihad.
Como era de esperar, los ingleses comenzaron con una mayor posesión y control del balón y los germanos buscaban ataques rápidos. Pero se notaba el trabajo táctico de ambos técnicos, que habían estudiado al milímetro a su rival y, de este modo, ninguno podía inquietar demasiado al portero contrario.
De hecho, la mayor sensación de peligro llegaba cuando tanto Ederson como Sommer tenían el balón en sus pies cerca de la línea de gol, donde cualquier imprecisión se traduce en un gol y Haaland estuvo cerca de aprovecharse de esta máxima.
Con los dos conjuntos anulados mutuamente ante la partida de ajedrez que el técnico español y el alemán, como si de dos Grandes Maestros se tratase, estaban jugando, un partido de este tipo solo se podía desequilibrar con una acción que se saliera de lo ordinario, y el encargado de que esto sucediera fue Rodri.
La obra de arte de Rodri adelantó al City
El mediocentro internacional con España, apenas un minuto después de que su compañero Dias salvara a los suyos con un pie providencial tras un disparo de Musiala, recibió en línea de tres cuartos, recortó a su par y se sacó un zurdazo con una rosca imposible que se coló por la escuadra de Sommer para poner el 1-0 en el minuto 27.
Con dos ocasiones de Gündogan y Sané, que empezó a dar muestras de lo que demostraría más tarde, se llegó al descanso, donde Tuchel les debió de poner las pilas a sus pupilos porque a la vuelta de los vestuarios el Bayern salió con una o dos marchas de más buscando el empate.
Sané lideró al Bayern tras el descanso, pero Upamecano fue un desastre
De las botas del propio Sané salió prácticamente el 100% de las oportunidades de los alemanes tras la reanudación, con ocasiones de sobra para haber anotado el 1-1 o incluso más porque solo hubo un equipo sobre el terreno de juego en los primeros 20 minutos.
Pero en el fútbol de élite un pequeño detalle cambia por completo un partido e incluso una eliminatoria. Con los de Tuchel adueñados de la escena, Upamecano se hizo un lío sacando jugado el balón y Grealish le robó la cartera. Le cayó el esférico a Haaland, que lejos de hacer lo que se esperaba de él, que era tirar, tuvo la delicadeza de encontrar en el segundo palo a Bernardo Silva, que entró solo para, con un cabezazo, marcar el segundo de los skyblues.
Todo el avance de centímetros que habían hecho los bávaros se fue al traste y retrocedieron kilómetros porque se convirtieron en un flan, especialmente en defensa, y eso un equipo como el Citizen lo nota y hace sangre de ello. Los últimos 20 minutos fueron un paseo de los chicos de Guardiola, que pudieron lograr una goleada escandalosa.
Haaland no podía faltar a su cita con el gol
No fue así gracias a Sommer, que se lució con varias paradas inverosímiles, aunque el suizo tampoco es sobrehumano y poco pudo hacer cuando Stones ganó un balón por alto en el área y dejó completamente solo a Haaland, que se sumó a la fiesta con su gol nuestro de cada día para marcar el 3-0 definitivo que hizo que la vuelta, a no ser que todo dé un giro de 180 grados, sea poco menos que un trámite en la obsesión de los celestes por seguir avanzando camino a su ansiada Champions.
Jugador Flashscore del partido: Bernardo Silva.
Consulta aquí todos los detalles del Manchester City-Bayern.