Mbappé quiere la Champions y destroza las ilusiones de la Real Sociedad (1-2)
Hay dos formas de intentar una remontada: salir en tromba para amedrentar al rival y que le tiemblen las piernas o ser fiel al estilo que te ha llevado a enamorar a Europa y confiar en que te valdrá para llegar a la meta. Dos estrategias que no sirven de nada si enfrente está un tal Kylian Mbappé.
El todavía capitán del PSG se quiere ir de París con la Champions como legado. Y en Anoeta no dio opción a soñar a la Real. Segundos antes de cumplirse el primer cuarto de hora, recibió un balón sin ángulo delante de Zubeldia. Amagó para perfilarse mejor, lo volvió a hacer, y cuando vio el espacio en el segundo palo, allá que puso la bola, inalcanzable para Remiro. Golazo de crack. Rompió la red, por cierto.
Remiro da vidas extra
Los de Imanol se vinieron abajo tras el gol. Ya necesitaban cuatro para seguir vivos. Misión imposible. Habían tenido una ocasión antes del 0-1, pero Nuno despejó en el último momento cuando Kubo ya se relamía. Pero también Barcola, en otra acción de genio de Mbappé, había disfrutado de una aún mejor que sacó Remiro bajo palos. Como tuvo que hacer el meta local de nuevo en una aparición de la estrella gala tras una pérdida de Oyarzabal.
Los de Luis Enrique presionaban como si no hubiera un mañana, sin dar opción a pensar a un rival que sólo podía quitarse la pelota de encima. Un despliegue físico que tenía que bajar en algún momento. Para cuando lo hizo, sin embargo, la Real se había quedado sin ideas. Ni Kubo ni Becker desbordaban por sus bandas, y tampoco Brais y Oyarzabal desequilibraban por dentro.
Mbappé, un abusón
La segunda mitad comenzó con un cambio, pero no en los anfitriones. Se quedó fuera Barcola y metió Luis Enrique a Kang-in Lee. El surcoreano se lo agradeció asistiendo al espacio a Mbappé. El resto lo hizo Kylian, que firmó el 0-2 con una pasmosa tranquilidad.
Lo único que le quedaba a la Real, con más de media hora por delante y ante su gente, era finalizar con dignidad. A Barrene, recién entrado en el campo, le anularon un gol por fuera de juego. Y luego puso un balón maravilloso al que no llegó Oyarzabal por una uña. Por orgullo, desde luego, no sería. Oportunidades para marcar tuvieron media decena más con Turrientes, con Olasagasti... y por fin, con Mikel Merino, que firmó el gol del honor.
Nunca hubo oportunidad para remontar, tampoco para ganar. El PSG, con Mbappé de líder absoluto, fue demasiado. Y por eso está en cuartos de la Champions mientras los de San Sebastián lo verán ya por televisión.
Jugador Flashscore del partido: Kylian Mbappé (PSG).