Aquella Copa América de 2019, la de Messi en guerra, echó a rodar la Scaloneta
El capitán de la Albiceleste estuvo en llamas y sus partidos continuaron por primera vez en los micrófonos, un terreno desconocido para el 10, donde se mostró contestatario, retador, 100% maradoniano.
En Argentina reclamaban que el mejor futbolista del planeta levantara la voz algún día. Y lo hizo con tamaña autoridad que contagió a todos. A los viejos y cuestionados ídolos que venían del desastre de Rusia-2018 y a los nuevos, que encolumnados detrás del inexperto entrenador Lionel Scaloni hacían sus primeros kilómetros en la Albiceleste.
"Ojalá que respeten a estos chicos, porque demostraron que aman a la Argentina de verdad. Acá hay futuro".
Messi intuyó que había madera de la buena para una reconstrucción y que la nueva generación podría llevarlo a ganar su primer título con la selección mayor.
"Empezó algo nuevo, hay una buena camada, una base importante. Me encontré muy bien con este grupo y si tengo que ayudar desde algún lado lo voy a hacer, siempre los voy a acompañar", se ilusionaba Messi por aquel entonces.
Argentina finalizó tercera en Brasil 2019, pero esa Copa América fue el punto de inflexión para que Argentina llegara a la cima del mundo tres años después en Catar.
Carburando
Vestidos de albiceleste, Argentina se familiarizó en esa Copa con los nombres de Rodrigo De Paul, Lautaro Martínez, Leandro Paredes, Exequiel Palacios y Giovani Lo Celso, entre los más destacados.
Desde entonces se convirtieron en cartas seguras de Scaloni para el inicio de la eliminatoria sudamericana para el Mundial 2022, en octubre de 2020, hasta llegar a la siguiente estación: la Copa América de 2021 en Brasil.
En medio de un silencio sobrecogedor por los estadios sin público por la pandemia, Argentina fue acercándose a la final. Ganó invicta el Grupo A con 10 puntos producto de tres victorias (Uruguay, Paraguay y Bolivia) y un empate (Chile).
Ecuador fue su siguiente víctima en los cuartos de final (3-0) y en las semifinales contra Colombia, luego de un 1-1 en 90 minutos, logró el pase a la final en el Maracaná al imponerse 3-2 en la definición por penaltis, con el debutante Emiliano Martínez en una noche sensacional en el arco al atajar tres disparos.
Argentina se encontraría con Brasil en la final, y la victoria 1-0 puso fin a una sequía de 28 años sin títulos internacionales.
La Copa América hizo justicia con Messi al regalarle su primera consagración con la selección absoluta tras cuatro finales perdidas, tres por este mismo torneo y el Mundial 2014.
"Todavía no somos conscientes de lo que hicimos", aseguraba un Messi eufórico, otra versión de aquel volcánico del 2019.
La Scaloneta, en el Everest
"Los pibes dejaron el alma y no puedo estar más orgulloso de tener la suerte de ser capitán de este grupo espectacular", declaraba el 10.
Sus socios del 2019 volvieron a acompañarlo en la Copa del 2021, y a éstos se sumaron Cristian Romero, Lisandro Martínez, Nahuel Molina, Alejandro Gómez, Ángel Correa, Julián Álvarez y el "Dibu" Martínez, entre los más reconocidos.
La Scaloneta carburaba, y carburaba bien. Al éxito en la Copa América continuó la clasificación para el Mundial 2022, terminando invicta (11 ganados, 6 empatados) en la segunda posición detrás de Brasil.
La ilusión de un Mundial exitoso creció en Argentina con el título de la Finalissima frente a Italia, el partido entre los últimos campeones de América y de Europa, a comienzos de junio de 2022 en Londres.
Wembley enloqueció con el vibrante 3-0 a los azzurri. El planeta fútbol tomó nota: Argentina se postulaba como candidato a ganar el Mundial.
¿Cómo terminó la historia? Con Messi besando y acariciando el trofeo de la Copa del Mundo, una fotografía inolvidable de una Scaloneta que llega ahora a Estados Unidos con un incuestionable favoritismo para defender el cetro de América.