La fase de grupos de la Copa América finalizó la pasada madrugada con el empate 1-1 en el Brasil-Colombia y el triunfo por 2-1 de Costa Rica sobre Paraguay. Después de esos dos compromisos, todos los emparejamientos de los cuartos de final quedaron definidos y el viernes 5 de julio (3.00 horas, Movistar+) se iniciarán las eliminatorias.

Hasta ahí todo bien. Sin embargo, una Conmebol siempre empeñada en alimentar las sospechas de que se posiciona del lado de Argentina y Leo Messi (37) ha utilizado un método poco usual a la hora de establecer los cruces que llevarán al título a una de las ocho selecciones que restan en liza.

La base que hay que seguir en este tipo de competiciones es la de que se repita el menor número de partidos posible durante su desarrollo. Por ello, una vez concluida la fase inicial, lo lógico es que el primero y segundo de cada grupo vaya por las mitades opuestas del cuadro. Así ha sucedido en la Eurocopa, donde, por ejemplo, España e Italia no se hubieran vuelto a encontrar hasta una hipotética final.

Pues bien, al otro lado del charco han pensado, viendo que Uruguay, Colombia y Brasil estaban distribuidos en las llaves C y D, que la albiceleste, líder de la A, debe jugar los cuartos y las semis frente a combinados del grupo A y B -Ecuador y Venezuela/Canadá-, a priori de menor nivel que los grandes países anteriormente mencionados.

El cuento perfecto

Aunque es cierto que Venezuela está cuajando una gran Copa América y ha ganado sus tres encuentros hasta la fecha, sobre el papel es un rival más sencillo de cara a las semifinales para Argentina, la vigente campeona. El caso es, que si los de Scaloni doblegan a Ecuador el viernes, esa siguiente ronda la podrían jugar ante Canadá, seleccionado al que vencieron 2-0 en la inauguración del certamen.

La situación hace pensar a muchos, puesto que el relato argentino de ganar nuevamente el trofeo sería prácticamente perfecto. Abrieron la acción sin ser anfitriones y podrían cerrarla con victoria en Miami, lugar en el que su capitán aseguró que se retiraría cuando tome la decisión. Tampoco estaría mal para Messi campeonar allí. 

El guion parece bien elaborado y el no tener que verse las caras por el camino a la gran final con Brasil, Uruguay o Colombia facilita las cosas. Aun así, el fútbol es muchas veces impredecible y cualquiera de las menos favoritas puede dar una sorpresa, así que habrá que esperar.