Estados Unidos, un país acostumbrado al orden, a la excelencia y a ofrecer una calidad de vida que impulsa a creer a sus habitantes en su 'American Dream' ha convertido su sueño futbolero, la Copa América 2024, en una pesadilla organizativa que ha tenido peleas, tensión, quejas de entrenadores y explosivas ruedas de prensa; retrasos, invasiones e incluso algunos aficionados que se quedaron sin la oportunidad de ver un partido por los problemas de ingreso.
Marcelo Bielsa, en una complicada atención a los medios, dejó una de las declaraciones más sonadas en esta Copa América 2024. “Lo único que le puedo decir es que los jugadores reaccionaron como lo hubieran hecho cualquier ser humano. Si están agrediendo a su madre, a su esposa, a un bebé, ¿qué me van a preguntar? ¿Si los van a sancionar después? La sanción debería ser para los que obligaron a los futbolistas a reaccionar así. Qué van a suspender a los jugadores, pídanles disculpas, viejo”, aseguró el argentino.
Jesse March, seleccionador de Canadá, se sumó al grupo de entrenadores que cuestionaron el manejo de la organización de la Copa América. "(...) Nuestros jugadores han recibido cabezazos, insultos racistas, en directo y a través de las redes sociales, y no sólo en el caso de Moise (Bombito), sino durante todo el torneo por parte de las aficiones rivales y de los medios de comunicación, tanto en directo como en las redes sociales, nos han tratado como ciudadanos de segunda clase", dijo.
Una final con más de una hora de retraso
La final de la Copa América, programada para iniciar a las 2:00 a.m.. (CET) -19:00 (GMT), se retrasó más de una hora. Hinchas de diferentes selecciones querían invadir la cancha e intentaban ingresar al Hard Rock Stadium de Miami. La policía estadounidense y las autoridades encargadas del evento reprimieron los inconvenientes.
La Conmebol, sin embargo, fijó el inicio del partido para las 20:15 (GMT) 3:15 a.m. (CET). Además de los problemas en las puertas de ingreso del Hard Rock Stadium de Miami, se conocieron imágenes de aficionados que buscaban colarse a través de la ventilación del recinto, una acción que ponía en riesgo sus vidas.