El segundo lugar de América ofrece diferentes perspectivas: la primera y la más dolorosa, la de la derrota. Colombia, pese a ser la selección que mejor juego desplegó a lo largo de la competición, se quedó con la miel en los labios y cayó con Argentina, la campeona del Mundo y bicampeona continental en la definición del título.
Perder duele. Más si se analiza la forma cómo se dio el partido. Los 45 iniciales fueron de Colombia. Argentina no dominó. Messi se notaba incómodo, con problemas físicos. Julián Álvarez y compañía tampoco generaron daños. En la segunda mitad, con la salida de Messi y el ingreso de Nico González y Lautaro Martínez, la situación cambió: la albiceleste pasó a tomar las riendas del partido. Las transiciones rápidas. La presión alta. La agresividad y la serenidad que genera el hecho de disputar finales de forma constante le pasaron factura a una Colombia que no pudo superar el gol de Lautaro en el 112’.
Argentina es justo campeón. Sí, quizás llegó a la final con un día más de descanso. Se enfrentó a Ecuador y Canadá en las rondas previas y no pasó por un ‘coco’ (sean Uruguay y Brasil) antes de la última instancia del torneo. Sin embargo, la lectura táctica de Scaloni fue acertada. Los cambios surtieron efecto y Messi, lesionado, levantó en Miami una Copa América accidentada y llena de contratiempos.
Logros, récords y buen juego
La segunda perspectiva que deja el subcampeonato es analizada desde el logro: Colombia no se metía en una final de Copa América desde el 2001, edición que ganó tras vencer a México en El Campín con un gol de Iván Ramiro Córdoba. La ‘tricolor’ pasó por encima de rivales como Uruguay, Brasil y Paraguay, tres históricos que, en general, suelen dar bastante guerra en los partidos de eliminación directa.
Néstor Lorenzo fusionó la presión alta y el bloque físico con el manejo y el buen trato del balón. James Rodríguez fue el MVP de la competición. Rompió un récord de asistencias. Fue MVP en varios partidos. Richard Ríos se transformó en una de las revelaciones. Camilo Vargas cumplió con creces su función como portero. Los puntos positivos que deja la Copa América son amplios. La derrota, no obstante, eclipsa lo bueno, como es lógico.
Elementos de mejora
La caída con Argentina fue la única de Colombia en la Copa América. El gol de la albiceleste es producto de una mala salida de la tricolor, que pierde un balón en la mitad de la cancha y después no cierra de forma adecuada el avance de Lautaro Martínez. El desgaste, de igual manera, ocasionó desconcentración en algunos jugadores durante el último partido. Es normal, se disputaron seis o siete partidos en menos de un mes. Los futbolistas llegaban a Miami con las cargas de sus temporadas. Tarde o temprano tenía que ocurrir.
La concentración es, sin duda, el primer elemento de mejora. Colombia tuvo acciones para definir el partido con Argentina. Jugadas a balón parado. El remate de Córdoba que se estrella contra el palo en la primera parte. El disparo desde la frontal de Jefferson Lerma. En fin, las opciones existieron. La serenidad, en cambio, se ausentó un poco en parte por los nervios que supone disputar una final continental.
El no celebrar antes de tiempo es otro punto debatible. Tanto la selección como la sociedad colombiana disfrutaron enormemente de la clasificación para la final. España e Inglaterra celebraron con moderación su billete para la final de la Euro. Argentina tampoco hizo mucha bulla cuando derrotó a Canadá. Se celebra cuando se gana un título. No cuando se clasifica para una final.
Próximo objetivo
El próximo objetivo para los de Néstor Lorenzo es asegurar cuanto antes la clasificación para el Mundial de 2026. Colombia es tercera en la eliminatoria Conmebol con 12 puntos (tres victorias, tres empates). Inició con buen pie la ronda clasificatoria y ahora, en septiembre, retomará labores.
Colombia visitará Lima para enfrentarse a Perú el 7 de septiembre. Después, el 10 de septiembre recibirá a Argentina en el Metropolitano de Barranquilla. Será fundamental ganar los dos partidos para acercarse a la Copa del Mundo y pasar la página cuanto antes.
Las derrotas duelen. Sin embargo, sobre las derrotas se edifica. Francia perdió la final de la Eurocopa 2016 en casa contra Portugal. Fue campeona del Mundo en 2018. Argentina cayó en dos finales con Chile antes de encontrarse con la etapa gloriosa que está viviendo.
Colombia va por buen camino.