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Santiago Giménez: el mexicano codiciado en Europa que superó a la muerte a los 17 años

Santiago Giménez con México en la Copa América
Santiago Giménez con México en la Copa AméricaProfimedia
Entrenando en La Noria con la ilusión de consolidarse en el primer equipo de su amado Cruz Azul, un fuerte dolor interrumpió sus pensamientos. Aquella mañana de 2017, mientras todo el mundo futbolístico de México se preguntaba si ese adolescente de 17 años iba a ser capaz de convertirse en la nueva joya nacional, Santiago Giménez sintió una notable inflamación en uno de sus brazos.

Santiago Giménez (23), que en ese momento aspiraba a dejar de ser el hijo del ‘Chaco’ Giménez y comenzar a forjar su propio nombre, fue atendido de inmediato y al escuchar el diagnóstico del doctor supo que estaba ante la prueba más grande que iba a tener que pasar en su corta vida.

Trombosis en la vena subclavia”, escuchó Giménez, quien pasó, en un solo día, de aspirar a consolidarse como profesional a tratar de asimilar que tal vez nunca más podía volver a jugar fútbol. Una noticia que impactó de 

sobremanera a su familia, siempre tan unida, pero que, tras sacudirse el dolor inicial, se puso manos a la obra para no dejar solo a Santiago.

Aunque nació en Buenos Aires en 2001, Santiago Giménez nunca ha dudado de su amor por México, país al que llegó con tres años cuando su padre decidió dejar Boca Juniors para probar suerte en el colorido Veracruz. Para Santi fue natural acostumbrarse al picante y crecer entre desayunos con chilaquiles. Al poco tiempo, también vio nacer en suelo mexicano a sus dos hermanas Agustina y Sofía y cualquier intento de argentinizarlo a la fuerza se acabó por completo.

Por eso, cuando supo que iba a tener que alejarse de las canchas y concentrarse sólo en su salud, no pudo evitar sentir tristeza al imaginar que existía la posibilidad de que el sueño de vestir la camiseta de la Selección Nacional de México se desvaneciera por completo.

La anhelada consolidación

Pero en esos seis meses en los que fue intervenido tres veces y que estuvo sin jugar, Santiago asegura que encontró una paz que no había sentido nunca y encontró en la fe un motor complementario al que le daba su familia.

Tras ese medio año lleno de angustia, esfuerzo y esperanza, el mexicano recibió el alta médica y comprendió que, tras lo vivido, no había opción de que sus más grandes sueños claudicaran. Al poco tiempo, no sólo se consolidaría en Cruz Azul como un delantero feroz de gran velocidad y fortaleza, sino que sería vital para que ‘La Máquina’ volviera a ganar un campeonato de liga mexicana tras una larga y dolorosa sequía de 23 años.

El llanto de Santiago en la cancha del Estadio Azteca luego de vencer en la final a Santos se convirtió en un símbolo emocional de una afición que sufrió más que cualquier otra en el país.

Y aunque obtener la anhelada liga que todos los cruzazulinos como él habían estado esperando durante más de dos décadas provocó la ilusión generalizada de verlo vestido de verde, Santiago tendría la mala suerte de encontrarse con un entorno debilitado y carente de calidad futbolística, en comparación con otros procesos, que lo terminaría afectando.

Sin embargo, lejos de la desgracia tricolor y de la increíble e inusitada decisión de Gerardo ‘Tata’ Martino de dejarlo fuera de la lista final para el Mundial de Catar 2022, Santiago encontró lo que su carrera necesitaba en ese mismo año cuando sus condiciones como delantero llamaron la atención de la formativa Eredivisie de la mano de un grande neerlandés.

Santiago arribó en julio de 2022 a Róterdam y desde el primer momento en que se puso la camiseta del Feyenoord se sintió como en casa. Y aunque el nivel de ligas es imposible de obviar, la ilusión que generó en su primera temporada se puede comparar con la que provocó Javier ‘Chicharito’ Hernández en Manchester United. Sus 23 goles superaron el registro del canterano de Chivas de Guadalajara.

Santiago Giménez celebra un gol con el Feyenoord
Santiago Giménez celebra un gol con el FeyenoordProfimedia

Un futuro prometedor

Y si bien la desgarradora Copa América de México lo apuntó como uno de los principales culpables ante la gente por su falta de gol en una dinámica  caótica del cuadro azteca, Santiago ha iniciado su segunda temporada en Países Bajos arropado por el cariño de la gente de Róterdam y haciéndose presente en el marcador; agitando el avispero del mercado de fichajes.

A sus 23 años, Santiago Giménez es un prospecto tentador para los grandes mercados de Europa. El Feyenoord lo sabe tan bien que ha tasado al mexicano en 50 millones de euros. Una cifra de la que ya avisó no se piensa mover trasrechazar dos ofertas del Nottingham Forrest de la Premier League.

Esa cifra descomunal que, de llegar a pagarse, lo convertiría en el futbolista mexicano más caro de la historia, pone a Santiago en la palestra mediática de las principales ligas de Europa. Y aunque su padre ha confesado que sueña con verlo vestido de blanco y jugando en el Bernabéu, Santiago no tiene prisa alguna y disfruta sus días en Róterdam junto a su esposa Fernanda Serrano, a quien conoció durante la pandemia jugando Call of Duty en línea.

A pesar de la expectativa que genera, Santiago ni se inmuta. El mexicano aprendió, a sus 17 años, que la vida se disfruta y que si pudo aguantar seis meses recuperándose de una trombosis que lo puso en peligro de muerte o encontrar el amor mientras el mundo estaba encerrado por culpa de un virus contagioso, sabe que no hay prisa alguna porque lo mejor está por llegar.