Como hemos visto en el pasado, los tetracampeones del mundo siempre pasan apuros en la fase de grupos de las grandes citas. Lo mismo sucede en la actual Eurocopa.

Tras un comienzo accidentado contra Albania -incluido un gol de récord de Nedim Bajrami a los 23 segundos-, los italianos mostraron una fuerte reacción y abandonaron el campo como vencedores. A continuación, no tuvieron ninguna oportunidad contra España (4-20 disparos y 0,2-2,0 xG).

Por tanto, los azzurri necesitaban al menos un punto en su tercer partido de la liguilla, contra Croacia, para pasar sin problemas a octavos de final como segundos de grupo. Y lo hicieron, aunque tuvieron que esperar al octavo minuto del tiempo añadido para hacer el 1-1 por mediación de Mattia Zaccagni.

El importantísimo gol de Zaccagni trajo a la memoria de algunos aficionados el Mundial de 2006, cuando Alessandro del Piero marcó de forma similar para decidir la semifinal contra la anfitriona Alemania. Su disparo entró por la escuadra y fue imparable. ¿Posiblemente un buen augurio? Al fin y al cabo, el certamen vuelve a celebrarse en el país germano.

La nueva cara de Italia con Spalletti

Luciano Spalletti es el entrenador desde septiembre de 2023. A Spalletti, que ganó el título de la liga italiana con el Nápoles en la temporada anterior, se le encomendó la tarea de volver a encarrilar a la selección nacional tras perderse el Mundial de 2022.

Las cosas parecían funcionar bien entre el técnico nacido en la Toscana y la Azzurra desde el principio. Solo se perdió uno de los primeros 11 partidos internacionales bajo el mando de Spalletti (siete victorias y tres empates). En los cinco partidos internacionales anteriores, habían perdido tres (con dos triunfos).

A pesar de los éxitos, Luciano no parece haber encontrado aún su formación favorita. Contra Albania y España, los defensores del título jugaron con dos centrales y cuatro atrás, respectivamente. Sin embargo, en el decisivo partido de la liguilla contra el plantel balcánico, los italianos optaron por una zaga de tres. Dos planteamientos opuestos que el técnico probó con regularidad en vísperas de la Eurocopa.

Una reorganización acertada

Lo que el seleccionador ha logrado sin duda es una reorganización completa, sobre todo si se compara su actual equipo para la Eurocopa con la de 2021. En el último partido de la fase de grupos, sólo cuatro campeones de entonces estaban en el once inicial: Gianluigi Donnarumma, Giovanni Di Lorenzo, Nicolo Barella y Jorginho. En total, sólo ocho campeones de Europa italianos de 2020 participan también en este torneo (además de Alex Meret, Federico Chiesa, Alessandro Bastoni y Bryan Cristante).

Así pues, aunque se ha producido una remodelación bastante radical, sólo ha habido un cambio generacional limitado. El once inicial en la final de 2021 tenía una media de edad de 28 años y 272 días. Casi tres años después, la media contra Croacia era de 27 años y 169 días.

En aras de la exhaustividad, hay que mencionar que las alineaciones titulares en los dos primeros partidos de la fase de grupos contra España (26 años y 292 días) y Albania (26 años y 287 días) eran significativamente más jóvenes de media. El once contra Albania fue incluso el más joven de Italia en un gran acontecimiento (Copa Mundial y Campeonato Europeo) desde Estados Unidos-1994 (26 años y 42 goles contra México en la fase de grupos).

Spalletti no sólo confiará en la experiencia en los momentos decisivos, sino también en un bloque procedente del Inter de Milán, campeón de Italia. Bastoni, Dimarco y Barella están a las órdenes de Spalletti independientemente de la formación. Hasta la fecha, cinco jugadores de campo han disputado al menos 230 minutos sobre el terreno de juego en la presente Eurocopa. Entre ellos figuran los mencionados profesionales del Inter (Bastoni, 270 minutos; Barella, 269 minutos y Dimarco, 230 minutos).

La defensa es la gran baza de los Azzurri

Los jugadores defensivos en particular están destacando tanto con balón como sin él. Alessandro Bastoni lleva 21 goles en la presente Eurocopa, sólo superado por el centrocampista alemán Toni Kroos. Giovanni Di Lorenzo también ha registrado diez entradas (la cuarta mejor cifra de la Eurocopa de 2024).

Además, Alessandro Bastoni y Nicolo Barella, central y mediocentro respectivamente, marcaron dos de los tres goles de Italia en la actual Eurocopa. En el tercero, el más importante, Riccardo Calafiori se apuntó una asistencia.

Un jugador que ha demostrado su liderazgo en todos los partidos disputados hasta ahora ha sido Donnarumma. El número uno del campeón francés, el París Saint-Germain, brilló recientemente al parar un penalti a Modric. Además, contra España detuvo ocho disparos rivales, una cantidad que sólo ha logrado una vez un guardameta italiano en un partido de la Eurocopa desde la Eurocopa de 1980: Francesco Toldo en la Eurocopa de 2000 ante Bélgica (11 intervenciones).

Hasta ahora, el ex del Milan ha tenido que realizar tres paradas. Mucho más sorprendente que la gran actuación del guardameta titular de Italia, Donnarumma, es el papel del joven Calafiori, de 22 años, que se ha convertido en titular.

"Recuerda a grandes jugadores"

Paolo Maldini, Fabio Cannavaro, Leonardo Bonucci y Riccardo Calafiori. Además de su elección de profesión, todos ellos tienen algo en común: su melena alborotada, la marca de fábrica de un defensa italiano modélico. Aparte de esta conexión, quizá un tanto inverosímil, Calafiori es actualmente el defensa italiano prometedor por excelencia. Este jugaor de 22 años logró una plaza en la Liga de Campeones con el Bolonia en la pasada temporada de la Serie A.

Su trascendencia queda especialmente clara si se observan los partidos en los que no estuvo disponible para el conjunto del norte del país. La temporada pasada jugó 30 partidos en la Serie A, de los cuales el Bolonia ganó 16 y perdió sólo tres (más 11 empates). De media, el equipo de Motta marcó 1,6 goles por partido, encajó 0,8 y sumó dos puntos por encuentro. En los ocho partidos sin Calafiori, sólo hubo dos victorias, además de tres empates y tres derrotas, con una media de 0,8 goles por partido, un tanto encajado y sólo 1,1 punto por encuentro.

Calafiori también ha impresionado con sus entradas y su apertura del juego. Sólo Barella (94,4%) y Bastoni (93,1%) tienen un porcentaje de pases más alto con la Azzurra que Calafiori (92,6%). Además, ningún otro italiano ganó más duelos de cabeza (nueve, como Retegui), de los cuales el jugador del Bolonia ganó siete (la cifra más alta de Italia).

Chiesa, el torbellino que no llega

Uno de los hijos problemáticos de Spalletti en estos momentos es Federico Chiesa. El extremo de la Juventus y campeón de Europa en 2021 cuajó una buena temporada con el conjunto piamontés, marcando 12 goles y participando directamente en una diana cada 209 minutos de media -sólo Arkadiusz Milik (118) y Dusan Vlahovic (119)- fueron mejores en la Juve. El extremo también parece estar en mejores condiciones físicas, ya que a menudo se dice que es muy susceptible a las lesiones.

Chiesa jugó un total de 2.512 minutos en partidos oficiales con la Juve la temporada pasada, casi tantos minutos oficiales con la Vecchia Signora como en las dos temporadas anteriores juntas (2687 en total).

La difícil situación de Federico en la selección también se refleja en su posición. Mientras que la campaña pasada jugó casi exclusivamente en la banda izquierda o como delantero zurdo en Turín, en la selección tiene que cambiar a la banda derecha. En los 174 minutos que ha jugado en la Eurocopa, realizó ocho regates (el total más alto de Italia). Completó cuatro de ellos.

Chiesa también realizó cuatro disparos a puerta (la segunda cifra más alta de Italia), pero éstos sólo generaron un valor xG total de 0,1 (ningún jugador italiano con al menos tres disparos tiene un valor xG tan bajo).

¿Quién será el delantero centro?

Uno de los mayores interrogantes que rodean a la Azzurra es la cuestión de la delantera. Mientras que Gianluca Scamacca pudo partir de inicio en los dos primeros partidos de la Eurocopa y no convenció demasiado, Matteo Retegui fue el elegido contra Croacia.

Fue el que más disparó de todos los italianos en el decisivo partido de la fase de grupos y el que más acciones de balón tuvo en el área azzurra (cuatro). Retegui también fue el jugador con más entradas sobre el terreno de juego (12, como Josko Gvardiol) y el que más ganó (10).

Scamacca marcó 12 goles en la última temporada de la Serie A, bastantes más que Retegui. Sin embargo, los goles de este último supusieron el 15,6% de todos los goles del Genoa en la pasada temporada de Serie A (7/45). Scamacca anotó el 16,7% de todos los goles de la Atalanta en la liga nacional (12/72).

Las estadísticas de entradas de Retegui han sido especialmente destacadas en los partidos de la Eurocopa disputados hasta la fecha. Ha participado en 13,2 por cada 90 minutos y ha ganado el 61,1% de ellas. Scamacca tiene actualmente 3,9 por cada 90 minutos y un porcentaje de acierto del 42,9% en la Euro.

¿Hasta dónde llegará la Azzurra?

Ahora se enfrentan a Suiza, contra la que los italianos no han perdido ninguno de sus últimos 11 partidos (cinco victorias y seis empates). Además, sólo han encajado cuatro goles en esos 11 enfrentamientos con los helvéticos y han marcado siete.

Si echamos un vistazo al árbol del torneo, las cosas difícilmente podrían haber ido mejor para los italianos. Aunque los azzurri sólo terminaron segundos de su grupo, evitaron a pesos pesados como Alemania, Portugal, Francia y España en su camino hacia la (posible) final.

Sin embargo, la revancha de la final de la Eurocopa de 2020 podría tener lugar en cuartos de final si tanto italianos como ingleses dejan atrás la ronda de octavos.

Sin embargo, los dos finalistas han sido de todo menos convincentes últimamente, y no sería inconcebible una o dos sorpresas si "naciones futbolísticas menores" como Suiza, próximo rival de Italia, o una impresionante Austria, estuvieran en plena forma. También estuvieron a la altura de los gigantes del fútbol europeo.

Para la Azzurra, todo parece posible, desde una eliminación en octavos hasta el gran sueño de alcanzar la final en el Estadio Olímpico de Berlín y la posibilidad de una histórica defensa del título. Sólo España lo ha conseguido antes.