"¡MVP!, MVP!" El pasado viernes, tras la victoria de Francia contra Portugal a través de la tanda de penaltis, los vítores de los aficionados galos a Ousmane Dembélé no se hicieron esperar.
Hay que decir que, con su entrada en el minuto 67 del duelo, el extremo creó las ocasiones más peligrosas de su equipo pese a no desbloquear el marcador. Recompensado con la titularidad al final del partido, parece claro que Didier Deschamps seguirá recurriendo a su talento en lo que queda de competición. Pero, ¿seguirá siendo suplente o volverá al once?
Menos explosivo al principio
Durante esta Eurocopa, el atacante fue titular en todos los partidos de la fase de grupos. Como prueba de la confianza depositada en él, Deschamps le ha convertido en su extremo derecho preferido. Sin embargo, pese a no tener nada de lo que avergonzarse en cuanto a su rendimiento, Dembélé pareció ser el reflejo del cuadro francés: incapaz de encontrar una solución frente a sus adversarios.
Esto es muy preocupante cuando el tridente está tan falto de eficacia como de creatividad. El delantero, siempre difícil de definir, tampoco supo materializar sus ocasiones, sobre todo en la primera fase del torneo. En consecuencia, tuvo que salir desde el banquillo en todos los partidos, y no puso toda su capacidad al servicio del equipo.
Por ejemplo, como señaló de nuevo Deschamps en Téléfoot el domingo, podría haber aprovechado "su capacidad para crear cambios". Además, agregó lo siguiente: "Siempre ha sido capaz de crear desequilibrios y crear peligro constante a sus adversarios". Sin embargo, hay que decir que, a pesar de ello, y sobre todo cuando inicia el juego, no consigue brillar.
Y todo eso con un porcentaje de pases del 80,5% y ocho tiros intentados en cuatro actuaciones. Sin embargo, cuando entra durante el partido, la cosa cambia.
Sugerencias de última hora
"El hecho de no haber jugado contra Bélgica me escuece un poco, sí", reconoció el ex del Barça, que se quedó en el banquillo durante los octavos de final de los Bleus. "Pero 25 jugadores quieren jugar. Hay competencia, así son las cosas", prosiguió el viernes en rueda de prensa. De hecho, el jugador de 27 años se quedó en el banquillo para dar paso a Antoine Griezmann y, después, a Randal Kolo Muani en la banda derecha.
Pero su entrada ante los lusos cambió todo. Ousmane, que dio la impresión de estar más en forma, irrumpió en ataque, se desplazó, desbordó y aportó energía para dar continuidad a sus actuaciones al final del tiempo añadido y en la prórroga.
Piernas nuevas para un ritmo nuevo, la forma ideal de avanzar. El jugador también se distinguió al lanzar el primer penalti del partido, demostrando de paso que se toma en serio sus responsabilidades.
Así que surge la pregunta: contra España, ¿se le recompensará y será titular o intervendrá cuando los jugadores se queden sin fuerzas? Si saliera de inicio, Antoine podría quedarse fuera. Con la Roja abrazando la posesión, su velocidad y verticalidad pueden ser claves para hacer daño a Marc Cucurella y compañía.