En la cima de su juego, Fabián Ruiz puede poner el broche de oro a una soberbia Eurocopa
A excepción de su partido contra Francia, en el que tuvo menos influencia, Fabián Ruiz ha rendido bien en todos los encuentros desde el comienzo de la Eurocopa. Excelente ante Croacia y Georgia y notable alto frente a Italia y Alemania, el centrocampista de la Roja nunca había estado a un nivel tan elevado en un gran torneo como éste.
El jugador del París Saint-Germain, que encaja a la perfección con lo que exige Luis de la Fuente, suma un par de goles y ese mismo número de asistencias en cinco participaciones.
Pero más allá de su participación de cara a portería, el sevillano es uno de los talismanes de su equipo, triunfando en prácticamente todo lo que se propone. Sin embargo, ¿quién habría apostado por un rendimiento semejante tras una temporada 2023/24 desigual a las órdenes de Luis Enrique? Sí, el centrocampista de 28 años mostró destellos de brillantez en ocasiones, pero nunca fue concebible que pudiera alcanzar un rendimiento tan alto.
En su mejor momento
Esta final contra Inglaterra es la guinda del pastel para él. A veces visto como un jugador en declive, en el país germano está demostrando todo lo contrario. Es cierto que las condiciones son peculiares y que quizás el golpe se pase al final del verano, pero lo cierto es que tiene la oportunidad de escribir la mejor página de su carrera, este domingo, en Berlín.
Fabián brilló en el Nápoles entre 2018 y 2022, al contrario que en el PSG. Menos influyente, menos decisivo y menos preciso con el balón, el canterano bético está demostrando que no ha perdido ni un ápice de su toque futbolístico. Y la diferencia de rendimiento es impresionante. Desde el inicio del torneo, ha sido uno de los dos metrónomos de España junto a Rodri.
De la Fuente tiene suerte de poder contar con este tándem, que nunca ha perdido su dominio en el centro del campo. Los dos, por cierto, han sabido llevar la iniciativa. El notorio papel de Hernández, siempre certero, es una garantía.
Regates, pases cortos, pases largos, esfuerzos defensivos útiles, lanzamiento del balón... Fabián está en todas partes y hace que su equipo mejore. Gracias a él, jugadores como Lamine Yamal o Nico Williams pueden ser más peligrosos en los últimos 30 metros. En el uno contra uno, el palaciego está en las nubes y marca diferencias increíbles.
En detalle, promedia casi dos pases clave por partido, más de dos regates acertados, un 92% de pases acertados y, ofensivamente, es quizás uno de los centrocampistas que más lo intenta de cara a portería. Es probable que en la final vuelva a dominar a su homólogo, y de él depende redondear la competición a lo grande.