Eslovaquia y Rumanía 'empactan' en un bonito duelo que les da el pase a octavos (1-1)
Los compases iniciales tuvieron el color amarillo vestido por la selección de Rumanía. Los de Edward Iordanescu querían tomar rápidamente Deutsche Bank Park de Frankfurt a base de mucha intensidad y un planteamiento muy vertical. Aun con todo, Eslovaquia consiguió pasar el temporal si daños y poco a poco fue saliendo de su refugio.
Cansados por la falta de protagonismo, los centroeuropeos arrebataron la posesión a su rival y, construyendo el juego con mucha cabeza, se volcaron sobre la meta defendida por Florin Nita. Mediado el primer acto, el combinado rumano había perdido su empuje y se encontraba supeditado al control del contrincante.
En uno de los acercamientos eslovacos llegó el premio. Kucka colocó un centro sensacional desde el costado diestro y este fue a parar a la cabeza de Duda, que, con un gran remate, colocó el 1-0 en el luminoso. El golpe despertó a los rumanos y, antes del descanso, marcaron el 1-1 de penalti convertido por Marin.
Tras la reanudación del partido, la realidad cambió completamente. Aparentemente complacidos por el empate que colocaba a ambas en octavos de final, las dos selecciones bajaron el ritmo, multiplicaron los pases horizontales y redujeron las hostilidades al mínimo.
Parecía que la Tricolorii ponía algo más de su parte para tratar de deshacer la igualada que imperaba en Frankfurt, pero, salvo un tiro de Denis Dragus que se marchó rozando la escuadra y, a la postre, fue la mejor oportunidad de la segunda mitad, no inquietaron demasiado a Martin Dubravka.
Finalmente, pacto verbal o tácito mediante, el inestimable valor del empate prevaleció sobre las ganas de lanzarse a por la victoria y exponerse a recibir un tanto que complicara el pase a la siguiente ronda. El 1-1 dejó a Eslovaquia como una de las cuatro mejores terceras de la Eurocopa y a Rumanía en el liderato del Grupo E.
Jugador Flashscore del Partido: Duda.