El diagnóstico era claro y compartido por numerosos expertos. Tienen que "mejorar su técnica" y "cambiar su mentalidad", estimó en 2007 el Carlos Alberto, excampeón mundial con la Seleçao, preguntado al respecto por BBC Sport.
"Envían balones altos al área y tratan de marcar con la cabeza, pero deben trabajar en las competencias más técnicas", dijo.
La Federación Inglesa de Fútbol tardó en reaccionar, pero terminó rindiéndose a la evidencia. Emprendió entonces una serie de reformas conducidas por Dan Ashworth, nombrado director técnico en 2012, y sobre todo por Gareth Southgate, que es el actual seleccionador de la absoluta pero que antes fue el técnico de la Sub-21.
El Mundial de Brasil (2014) hizo tocar fondo al caer en la primera fase y tanto Southgate como Ashworth presentaron entonces un plan llamado England DNA (ADN Inglaterra), destinado a trabajar esas lagunas descritas por el brasileño, pero sin perder el fighting spirit propio del fútbol inglés.
La idea era multiplicar los equipos de jóvenes y trabajar con ellos, insuflando los principios adecuados en todos los niveles, para que ello terminara desembocando a corto o medio plazo en la selección de los 'Tres Leones', que en las grandes competiciones terminaban hasta entonces siendo inofensivos gatitos.
"Desde los menores de 15 años a los jugadores sénior, tenemos mensajes coherentes para hacer llegar", decía entonces Ashworth, que después pasó por el Brighton, el Newcastle y el Manchester United.
Títulos en juveniles
Los resultados deportivos no tardaron en llegar en las competiciones de selecciones juveniles, en las que participaron algunos jugadores que están ahora en la aventura de la Eurocopa-2024.
Inglaterra ganó el Europeo Sub-21 por primera vez en 39 años en 2023, con Cole Palmer y Anthony Gordon (designado el mejor del torneo) en sus filas.
Phil Foden fue nombrado también el mejor de la competición cuando Inglaterra ganó el Mundial Sub-17 en 2017. En aquel equipo estaban además Marc Guéhi y Conor Gallagher.
En ese mismo 2017 se adjudicaron también el Mundial Sub-20, con Ezri Konsa en ese plantel.
En la categoría absoluta, la progresión de los ingleses en los grandes torneos ha sido notable, especialmente desde que Southgate fue nombrado como seleccionador a finales de 2016.
En el Mundial, el equipo llegó a disputar las semifinales en Rusia (2018) y luego alcanzó los cuartos de final en Catar (2022). En la Eurocopa fue subcampeón en 2021, cayendo entonces ante Italia en la tanda de penaltis de la final, y el domingo regresa al duelo decisivo del torneo, con la misión de sacarse aquella espina.
No sólo combativos
En el juego, la selección británica ya no es definida únicamente por su combatividad. Ha ampliado su abanico de cualidades y brilla también técnicamente con Declan Rice, Kobbie Mainoo, Bukayo Saka, Jude Bellingham o Phil Foden.
"Como nación, en el fútbol nos hemos caracterizado durante mucho tiempo por nuestra pasión, nuestra capacidad de lucha y nuestro esfuerzo", declaró en su día el citado Dan. "Aunque queríamos conservar algunos aspectos de esas características, no queremos ser únicamente definidos por ellas", señaló.
El nuevo cóctel ha sido decisivo a lo largo de esta Eurocopa, especialmente en los momentos más difíciles.
Una tijera de calidad de Bellingham salvó los muebles en el descuento ante Eslovaquia, en octavos de final, forzando in extremis la prórroga, donde decidió Kane. En cuartos de final, los ingleses ganaron desde los 11 metros.
Contra Países Bajos (2-1) en semifinales, los de Southgate hicieron su mejor partido del torneo, frente una selección de calidad.
"Hacía mucho tiempo, si es que alguna vez se produjo, que un equipo inglés tenía un 60% de posesión de balón contra Países Bajos. Esto muestra la faceta más moderna de esta selección de Inglaterra", celebró el técnico.