Los secretos de Lamine Yamal para hacer historia con la selección española
El primero, está claro, es la confianza que le ha otorgado tanto Luis de la Fuente como sus compañeros. Se siente arropado, sin extrañar nada, como en casa. Y eso le permite hacer las diabluras que, a sus 16 años, ya habían visto en el Barcelona.
"Estoy muy contento por todo. Por la victoria, por los récords y espero que todo siga así", ha comentado a los medios de la RFEF recordando su glorioso debut. "Podía imaginar que en algún momento podría llegar, pero no tan rápido y que saliera todo tan bien, estoy muy feliz. Siempre he soñado con poder debutar, de esta manera ha sido perfecto".
La música, fuente de inspiración
Su calidad es innegable. Su madurez, después de algún episodio extradeportivo que le pasó hace un año en una concentración en Las Rozas, también es exquisita. Y su capacidad de concentración para mantener la calma es clave. Para eso utiliza la música.
"Al subir al bus, empiezo con música de Morat, que me gusta mucho. Luego, cuando nos vamos acercando al campo, me pongo música brasileña, también me gusta mucho por la base. Ya en el vestuario, música francesa, afro… De todo", ha reconocido.
Nico, su asistente y su nuevo mejor amigo
Y así se relaja para esconder los nervios y disfrutar, que es lo que esperan de él en el campo. Así lo hizo en tierras georgianas, donde se ganó un amigo en Nico Williams... siempre y cuando le pague el favor de la asistencias. "Fue una jugada perfecta de Nico Williams, que se va muy bien de su lateral y me la deja a placer. Me salió del alma chutar. Ahora me dice que le dé las gracias, que le dé las gracias…".
Un agradecimiento que, lógicamente, extiende a su familia. Las camisetas que utilizó en su debut ya tienen dueño. "Que las guarden para el recuerdo".
Seguro que habrá más oportunidades para conseguir más camisetas. Y goles. Y trofeos. "Espero que esto sea el principio y espero ganar. Ganar muchos títulos, muchos partidos y meter goles y ayudar en la selección a todo lo que pueda".