Opinión: Morata o cuando ganar una Eurocopa y ser capitán es insuficiente para algunos
Álvaro Morata (31) se va de España. Ya es oficial. El AC Milan le ha pagado al Atlético de Madrid la cláusula de rescisión del jugador, que se marcha del Metropolitano con la sensación del deber cumplido: aunque no ganó títulos con los colchoneros, lideró la plantilla de 'La Roja' que regresó a lo más alto del continente.
Más allá de la ausencia de títulos con el Atleti, que sin duda influyeron en la intensa presión de una parte de la hinchada del fútbol español, Morata deja LaLiga con un único objetivo: demostrar el jugador que es. En España siempre se dudó sobre su lugar en las convocatorias de Luis De la Fuente. Con el Atleti, aunque empezó de gran manera el último curso, bajó su aporte goleador en el tramo final de la temporada. Indiferente a la estadística, su influencia en la plantilla rojiblanca era positiva. Tan positiva que Diego Simeone contaba con él para la 2024-2025. Convencer a Simeone no es fácil. Menos si se es el delantero referencia de un club por el cual han pasado figuras como Luis Suárez, David Villa o Falcao.
Morata cierra su etapa en el Atlético de Madrid con 154 partidos disputados. Es el cuarto goleador histórico de la selección. El ariete, de igual manera, marcó 58 goles y ofreció 11 asistencias en cuatro temporadas. La estadística es positiva. Favorable. Cumplió con su labor. Un delantero está para hacer goles y él completa un proceso aceptable que, lamentablemente, se ve eclipsado por la ausencia de trofeos, por la falta de títulos, un problema que en los últimos años no es un tema individual de Morata (que ha ganado títulos en Italia, con el Real Madrid y con el Chelsea).
La estigmatización, la presión y las burlas sobre los títulos no ganados deberían caer sobre el Atlético de Madrid. Sobre la institución que lucha y se siente orgullosa por clasificar para la Liga de Campeones cuando, hace unas campañas, ni el Real ni el Barça exponían regularidad y veían como jugadores como Sergio Ramos o Busquets terminaban sus ciclos.
Es injusto criticar a un capitán de la selección española por errar goles. Errar es de humanos. Más injusto es cuestionarle por no ganar seguido con un club que no se acostumbra a levantar trofeos de forma continua.
En España ser capitán de 'La Roja' y ganar una Eurocopa es insuficiente para algunos. Créalo o no, hoy muchos aficionados rojiblancos celebran la marcha de Morata al Milan, que lo recibe con los brazos abiertos.
El tiempo determinará quien tiene la razón.
