Los Three Lions han perdido el brillo y el encanto con el que llegaron a Alemania con una fase de grupos que terminó con un empate contra Eslovenia (0-0), bajo silbidos y algún que otro vaso de plástico lanzado hacia el seleccionador, Gareth Southgate.
Una muestra de la escasa paciencia y corta memoria de los aficionados hacia el seleccionador que ha llevado a Inglaterra lejos a nivel continental (final de la Eurocopa en 2021) y mundial (semifinales en 2018 y cuartos de final en 2022).
Una victoria en octavos contra los Halcones Eslovacos (Slovenski Sokoli) podría devolver la calma rápidamente, opina el extremo Anthony Gordon.
"Si ofrecemos rendimiento de alto nivel en el próximo partido, todo cambiará. Eso es lo bueno del fútbol", dijo el jugador del Newcastle, en el banquillo durante los tres partidos de fase de grupos.
La frustración de la afición se debe a las altas esperanzas en el equipo, añade. "Si queremos que paren (las críticas), simplemente tenemos que ser buenos y dar a la gente lo que quiere ver", apuntó.
Por ahora, no han visto gran cosa: una corta victoria contra Serbia (1-1), un juego ansioso contra Dinamarca (1-1) y otro similar ante Eslovenia. En resumen: sólo dos goles marcados en tres partidos.
Unas cifras muy lejos del potencial ofensivo de los titulares Jude Bellingham, Phil Foden, Bukayo Saka y Harry Kane, que entre los cuatro suman 114 goles en la temporada con sus respectivos clubes.
Tampoco ha convencido el centro del campo, en el que Declan Rice ha estado acompañado de Trent Alexander-Arnold, Conor Gallagher y Kobbie Mainoo sin grandes resultados.
El fantasma de 2016
"Dependen mucho de su calidad individual. Creo que podemos lograrlo si seguimos jugando en equipo", avisó Milan Skriniar.
Su selección, 45ª en el ranking FIFA, no cuenta con demasiados jugadores de renombre, pero logró imponerse por 0-1 a la Bélgica de Kevin de Bruyne en fase de grupos.
"Es un equipo difícil de mover, muy físico y disciplinado", valoró el seleccionador ucraniano Serhiy Rebrov tras vencer a los eslovacos por 2-1 en la segunda jornada.
Dirigidos por Francesco Calzona, el cuadro con capital en Bratislava cuenta con muchos rasgos del fútbol italiano, que podrían resumirse en tres palabras: rigor, agresividad y presión.
Superar este obstáculo debería estar a la altura de Inglaterra, pero sigue presente en el recuerdo el fantasma de la Eurocopa de 2016, en la que los Three Lions cayeron por 2-1 ante Islandia en octavos.
"Los que opinan que Inglaterra tiene un cuadro fácil en la Eurocopa necesitan un curso de historia", valoró el viernes el diario británico The Guardian. "¿Ha olvidado la gente el palmarés de Inglaterra en las últimas Eurocopas antes de Southgate, incluida la derrota contra Islandia?", reflexionaba dicho medio.
Capitaneados por Harry Kane, los británicos acabaron líderes del Grupo C, lo que les ha permitido esquivar a Alemania, Francia, España y Portugal hasta la final, si la alcanzan, del próximo 14 de julio en Berlín.
En caso de victoria contra Eslovaquia, el cuadro inglés se enfrentará en cuartos a Suiza. En semifinales, su rival sería Países Bajos, Austria, Rumania o Turquía.