El West Ham gana la Conference League y pone fin a más de 40 años de sequía de títulos
En la "ciudad dorada", fue el chico de oro Declan Rice en quien depositaron de nuevo sus esperanzas los fieles de los Hammers, desesperado por emular al legendario ganador de la Copa Mundial Bobby Moore capitaneando al equipo del East End hacia la gloria europea.
Sin embargo, las noches de tal trascendencia representaban un territorio nuevo para el grupo de David Moyes, y se vieron obligados a cavar sus trincheras contra los máximos goleadores de la competición, que empezaron con intenciones amenazadoras en los primeros compases.
Aun así, fue Rice quien estuvo a punto de marcar un gol inverosímil que incluso levantó a los aficionados de sus asientos, pero no cabía duda de que la superioridad en el terreno de juega era de los Viola.
Un dominio que les permitió crear la mejor oportunidad de la primera parte, cuando el zaguero Nikola Milenković falló una ocasión de oro por mandarla por encima del travesaño desde seis metros.
A punto de llegar al descanso, la Fiorentina pareció abrir el marcador por mediación de Luka Jović, aunque su cabezazo en plancha fue anulado rápidamente por fuera de juego.
Parecía que David Moyes no iba a vengarse del mismo club que eliminó a su Everton de la Copa de la UEFA 2007/08 en la tanda de penaltis, ya que seguía luchando contra la intensidad de la Fiorentina.
Sin embargo, tras un valiente esfuerzo, el West Ham recibió un balón de oxígeno a la hora de juego, cuando el árbitro español Carlos del Cerro Grande señaló el punto de penalti por mano de Cristiano Biraghi.
Said Benrahma, que no había visto puerta hasta entonces, transformó la pena máxima por la escuadra derecha, desatando el delirio entre los aficionados de los Hammers.
Sin embargo, el gol no hizo mella en el espíritu colectivo de los italianos, que devolvieron el golpe a los cinco minutos con un soberbio disparo de Giacomo Bonaventura, que superó a Alphonse Areola y se coló en la portería.
Los hombres de Vincenzo Italiano entraron en la recta final del encuentro con la moral por las nubes, y Rolando Mandragora debió haber hecho algo más al disparar fuera desde la frontal del área sin apenas presión.
Pero la historia demuestra que este tipo de ocasiones se deciden a menudo por la mínima, y al aguantar una vez más, el West Ham acabó encontrando el gol de la diferencia en Jarrod Bowen, que inscribió su nombre en los libros de historia de los Hammers con un elegante remate lateral tras superar por poco la fatigada trampa del fuera de juego de la Fiorentina.
Después de ocho agónicos minutos de tiempo añadido, las hordas de Claret estallaron cuando el West Ham rompió por fin su maldición del trofeo, y con la fortuna ahora empujada gloriosamente desde su escondite, el sueño -lejos de desvanecerse y morir- está ahora verdaderamente vivo en el este de Londres.
Flashscore Jugador del partido: Jarrod Bowen (West Ham United)