Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

La Real Sociedad se harta de la UEFA tras los incidentes sufridos en su propio estadio

César Suárez
Aficionados del Anderlecht en el Reale Arena
Aficionados del Anderlecht en el Reale ArenaJOMA GARCIA I GISBERT / BELGA MAG / Belga via AFP
Una vez más, incidentes ocurridos en la grada de un estadio de fútbol han focalizado la atención en un partido. Ocurrió en Anoeta, otra vez, donde aficionados del Anderlecht consiguieron romper las medidas de protección colocadas para la ocasión y lanzaron sillas y otros objetos a la grada inferior, donde estaban seguidores de la Real Sociedad.

Como no es la primera vez que sucede, y tampoco esos aficionados belgas es la primera vez que protagonizan actos vandálicos lejos de Bruselas, el club txuri-urdin se ha puesto serio. No quiere que se repitan hechos como estos y menos en su propia casa, donde sus aficionados tuvieron que marcharse de sus localidades por miedo a ser agredidos.

Al término del encuentro, la entidad de San Sebastián emitió el siguiente comunicado en el que ha pedido una reunión a la UEFA. 

"La Real Sociedad condena enérgicamente una nueva agresión sufrida por nuestros aficionados en nuestra casa y quiere solidarizarse con todos los aficionados realistas afectados en el partido de esta tarde frente al RSC Anderlecht.

El Club quiere informar que ha solicitado una reunión con UEFA para que los actos de hoy sean los últimos que tengan que vivir nuestros seguidores".

Oyarzabal carga contra la UEFA

No se cortó el internacional Mikel Oyarzabal al ver lo que sucedía y cómo el árbitro o el delegado de UEFA no tomaba de inmediato la decisión de parar el encuentro. 

"No se puede venir al fútbol como han venido estos imbéciles a lanzar cosas. Es un mensaje para la UEFA porque el club está obligado a vender esas entradas y si luego el club visitante vende esas entradas cuando no tienes el control sobre a quién se las vende, te puede venir cualquiera. La imagen de la UEFA y del fútbol europeo ha sido una vergüenza". 

Cinco seguidores del Anderlecht fueron detenidos por estos actos vandálicos, amén de otros cargos como resistencia a la autoridad.