No le hace falta al Real Madrid que le presionen Girona y Barça, por este orden, para salir a morder en los partidos importantes. El del Rayo Vallecano lo era porque los de la franja son un equipo más que decente, con los conceptos muy claros y con individualidades como Isi y Álvaro capaces de generar problemas a cualquiera. Si le añaden orden defensivo, más obstáculos que superar.
Así de serio se lo tomó Ancelotti, aun con las novedades de Fran García, Modric y Joselu en el once. Y así se lo tomaron sus jugadores, que encerraron al rival en su campo sin permitirles casi respirar. Fue un acoso constante, aunque sin derribo durante los 98 minutos de juego, que es lo que de verdad importa. Algo que, más allá de Bellingham, se está convirtiendo en un problema para los blancos y que urge mejorar para cuando llegue la hora de decidir los títulos.
Fue Valverde a los cinco minutos quien más cerca estuvo de marcar, pero Dimitrievski se hizo gigante en el mano a mano. El meta macedonio también tendría que sudar de lo lindo en un disparo de Joselu tras un jugadón de Vinicius. Lo hacía todo bien el Real Madrid, que percutía por las bandas, que lo intentaba entre líneas y a balón parado, pero que fallaba en el toque final.
En ese dominio absoluto, sólo tuvo dos sustos. El primero, por una caída en la que Bellingham se hizo mucho daño en el hombro. Una lesión que dejó fríos a sus compañeros y temblando al Bernabéu. Y por ahí llegó el segundo susto, con un robo de Álvaro García que remató demasiado cruzado con todo a favor para batir a Kepa. No hizo nada más el Rayo en ataque en los primeros 45 minutos.
Impotencia
Se esperaba una avalancha aún mayor en la segunda mitad. El Madrid no se podía permitir el lujo de regalar puntos. Pero la realidad es que el Rayo se defendió de maravilla, especialmente por la banda de Vini con un Ratiu sensacional y agradecido por las ayudas de Isi y de Trejo. Muchos tiros, muchas aproximaciones al área, incluso un gol anulado a Vinicius por fuera de juego del asistente Joselu. Pero el 0-0 seguía en lo alto del Bernabéu.
Ancelotti miró al banquillo y llamó a Rodrygo y a Kroos. De acordarse de Brahim, ni por asomo. Menos aún del novato Güler. Pero ni con el brasileño y el alemán, y el 4-2-4 hubo forma. Menos ideas, más precipitación, menos fútbol. Todo eso favorecía a los vallecanos, que ya acariciaban un punto de oro.
Y lo lograron y dejaron sin liderato al Madrid porque Dimitrievski, ya en el tiempo añadido, detuvo un taconazo de Rodrygo en la mejor oportunidad de los blancos. Se lo merecieron por su rigor defensivo y por la impotencia de un Madrid que tiene un grave problema con sus delanteros.
Jugador Flashscore del partido: Dimitrievski (Rayo Vallecano).
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