Ancelotti, Bellingham y cómo hacer olvidar a Benzema
En verano existía una preocupación en las oficinas de Valdebebas. Karim Benzema (36), el Balón de Oro, el jugador que lideró al Real Madrid en las remontadas contra PSG, Chelsea y City había decidido marcharse a Oriente Próximo. La millonaria oferta del fútbol saudí, junto con una decisión basada en motivos personales modificaron el curso de un mercado de fichajes en donde la directiva merengue no tenía pensado fichar a un delantero.
Jude Bellingham, quien acababa de perder la Bundesliga con el Borussia Dortmund en la última jornada de la competición, estaba llamado a ser la contratación estrella. Su traspaso había superado los 100 millones. Aunque en un principio se meditaron nombres como Lautaro Martínez, actual campeón de la Serie A y capitán del Inter de Milán o Harry Kane, ariete del Bayern, el club de Chamartín fijó su postura: no irían por un ariete costoso. Llegó Joselu (34) para llenar el espacio de Benzema, cedido por el Espanyol, en donde anotó 17 goles en 34 partidos.
Despejar dudas
La pretemporada del Real Madrid después de la salida de Benzema fue irregular. El cuadro merengue fue goleado en el Clásico de EEUU por el Barça. En el amanecer de LaLiga, sin embargo, el equipo supo darle la vuelta a la tortilla: primero, el cuerpo técnico de Ancelotti modificó su dibujo. Del 4-3-3 de las últimas temporadas se pasó al 4-1-2-1-2, al rombo con dos delanteros que le ha permitido al entrenador italiano encontrar soluciones tras la baja de su Balón de Oro.
Con Vinicius JR y Rodrygo reconvertidos, Bellingham empezó a convertirse en el arma de gol. En 37 partidos, el inglés suma 22 goles y 10 asistencias. Su protagonismo ha ido en aumento y, con la táctica de Ancelotti, se beneficia de los espacios que crean Vinicius y Rodrygo en el frente de ataque.