Después de haberse despedido con cariño del club italiano, donde ha dado un más que notable rendimiento, el defensa madrileño no quería volver a Inglaterra. Y menos aún conociendo el interés de Manuel Pellegrini para reclutarlo para su Betis.
Tras varias semanas de negociación, finalmente ha habido fumata blanca y el futbolista jugará en el Villamarín a cambio de tres millones de euros de traspaso.
En cuanto se confirme, lo que podría llegar este martes una vez que se tengan los resultados de los exámenes médicos, el excanterano blanco y exjugador, entre otros, del Rayo Vallecano y del Málaga, se convertirá en el cuarto fichaje bético tras los del lateral izquierdo francés Perraud, el delantero Iker Losada y el de Marc Roca, que estuvo cedido y que ya es propiedad del Betis.