Víctor Orta hizo referencia a varios asuntos durante la extensa comparecencia. El mercado de invierno, que fue "positivo", se coló como uno de los principales temas. "Dos jugadores tuvieron protagonismo siendo un mercado difícil. El entrenador pidió lo que trajimos y pese a eso no les dio para tener más minutos. La situación con las fichas también era complicada. Hicimos lo que pudimos, pero Agoumé e Isaac rindieron muy bien", comentó.
"Ha brillado en las categorías inferiores del Barcelona, mejorando jugadores y con buenos resultados... Estuvo a muy poco de ser el primer entrenador de ese club. En Las Palmas cambió la cara, consiguió ascender y dio sensación de equipo. Una primera vuelta impresionante pese a que el final ha sido diferente en sensaciones, pero tiene lo que el club quiere: hambre, respirar fútbol, ambición, capacidad, conocimiento, ilusión... Hemos hecho un informe muy amplio y ha sido el primero y el único para negociar. Estamos muy contentos de que esté con nosotros", dijo sobre García Pimienta.
Por otro lado, el técnico siguió hablando sobre el catalán: "El entrenador tiene hambre. Está en el momento perfecto de su carrera y está preparado para el desafío. Yo, igual; no he estado inactivo en 20 temporadas y me siento más capacitado que nunca. Me da igual cómo sean los recursos, tenemos que dar un paso más y ser más innovadores. El entrenador nos ha reforzado a nosotros cuando le planteamos el proyecto. Va a ser mi mejor verano sin ninguna duda".
"Sería una temeridad"
Además, analizó lo que espera de este curso: "Es una situación ideal empezar con cuantos más mejor. Dependemos de situaciones externas, de que algunos salgan... Tenemos muy claro el plan, encontrar jugadores de nivel. Cuando el Sevilla llama, todo el mundo quiere escuchar; luego ya veremos si acordamos o no. Hay opciones de muy buenos futbolistas y vamos a tratar de incorporarlos lo antes posible. Esperemos tener un 60-70-80% de plantilla al comienzo de la temporada, dejando al mínimo lo que aparezca en los últimos días porque sería una temeridad".
Y concluyó así, con una pequeña dosis de autocrítica: "Trabajo con lo que tengo, con lo que no hay da frustración. Las circunstancias del proyecto son las que son y no me puedo quejar. He aceptado todo esto para intentar llevar al club a lo más alto y poder ayudar económicamente. Todo en la vida es complicado. Si tenemos la capacidad de sacar estos dos próximos veranos con éxito será mucho más fácil, así que toca optimizar y avanzar con trabajo. Mi mayor fracaso ha sido no poder dejar al Sevilla en mi primer año en el lugar donde merece estar".