El Celta pretende ser ejemplar y despide a Santi Mina, acusado de abuso sexual en 2017
Los hechos sucedieron en el verano de 2017 en la localidad almeriense de Mojácar. Mina, que por entonces estaba en el Valencia, se encontraba de vacaciones con su amigo y compañero en la cantera del Celta, David Goldar, que resultó absuelto.
Tras estudiar y analizar de forma detallada con los abogados las distintas opciones jurídicas posibles e incluso intentar negociar una rescisión de mutuo acuerdo, algo a lo que el jugador, de 27 años, siempre se negó, el Celta ha decidido atajar este problema de raíz con una rescisión unilateral, a pesar de las importantes consecuencias que tendrá en la planificación deportiva, pues el Celta deberá abonar íntegros los dos años de contrato que le restan a Santi Mina, uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla.
Ese desembolso tan importante reduce las opciones de realizar algún fichaje importante por la menor disponibilidad económica.
Según diversas fuentes de la ciudad, la futura presidenta del club, Marián Mouriño, hija del dueño, ha tenido una influencia clave en la decisión y ha primado la “limpieza” moral del club por encima de las consideraciones económicas y deportivas.
A pesar de esta determinación, el club no pretende dejar zanjado aquí el asunto sino que esperará a que la sentencia sea firme para demandar al jugador por daños y perjuicios, una opción que les permitiría parte de lo invertido por la rescisión unilateral del contrato.
Después de 3 temporadas en el Celta, 4 en el Valencia, otras 3 en el Celta y la última en el Al-Shabab Club de Arabia Saudí, Mina, de 27 años, se queda sin equipo.
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