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El plan mental y físico del Real Madrid con Arda Güler

César Suárez
Arda Güler, durante el entrenamiento de este lunes en la Ciudad Deportiva
Arda Güler, durante el entrenamiento de este lunes en la Ciudad DeportivaVíctor Carretero (Real Madrid)
Arda Güler (18) está cada vez más cerca de debutar en partido oficial con el Real Madrid. El joven turco se lesionó en verano y cuando estaba a punto de reaparecer volvió a caer lesionado. Ahora parece que es la definitiva, aunque en el conjunto blanco se lo quieren tomar con mucha calma.

Las malas lenguas ya hablaban de un nuevo caso Prosinecki. Para el que no lo recuerde, el centrocampista croata, que años después jugaría en el Barcelona, firmó por el Real Madrid siendo uno de los grandes talentos no sólo de Europa sino del mundo. Pero fue vestirse de blanco y sufrir durante meses una tortura de lesiones musculares que, incluso recuperado, le impedían, por ejemplo, chutar desde lejos por miedo a romperse. Obviamente, no triunfó. 

Que Güler, una de las sensaciones de los entrenamientos en pretemporada, se lesionara sin llegar a debutar, no preocupaba en exceso en el club, incluso teniendo que pasar por el quirófano viendo que las molestias en el menisco seguían con el tratamiento conservador. Y después, entre los nervios, la responsabilidad, la juventud y las ganas de demostrar su calidad, sufrió la rotura del recto anterior de su pierna izquierda. 

Apoyo moral, refuerzo muscular

Pero en el Madrid tienen un plan, que ya está en marcha. El primero, el de calmar y respaldar al futbolista para que anímicamente no se viniera abajo. Se le dejó claro que no se le ha fichado para un año sino para marcar una época, por lo que unas semanas o un par de meses sin jugar no suponen nada porque su rendimiento se mira más a largo plazo. 

Después, además de rehabilitar la zona, se le ha reforzado la musculatura con un plan específico para ganar masa en esa zona tan peligrosa para los jugadores, como es la del cuádriceps. Siempre atendiendo a su edad, 18 años.

Y luego, se le ha metido en la dinámica de grupo poco a poco. A pesar de que las sensaciones de Güler estaban siendo muy buenas, se le ha frenado para ir pasito a pasito, sin forzar en exceso ni variar el plan. Todo para reducir al máximo posible -aunque en cualquier actividad física siempre hay un riesgo- la posibilidad de una recaída. 

En este parón internacional se ha seguido acelerando, pero piano, piano, como estaba previsto. Y este lunes ha entrenado con absoluta normalidad y al mismo ritmo que sus compañeros. Aun así, aunque pueda entrar en la convocatoria para el encuentro ante el Sevilla, su concurso sólo se produciría en condiciones muy ventajosas.