No por acumular muchos jugadores de ataque vas a conseguir más goles. En el equilibrio, como en casi todo, está la respuesta. Y eso es lo que intenta buscar el técnico del Real Madrid desde que supo de la llegada de Mbappé al club blanco.
De cómo lograr encajar en un mismo once al francés, a Vinicius, a Rodrygo y, por supuesto, a Bellingham, depende mucho el éxito del campeón de Europa. Y más aún sin el aporte de serenidad y mando que otorgaba el retirado Toni Kroos.
La lesión del inglés ha interrumpido ese proceso de ajustes de Ancelotti, pero la salida forzosa de un intocable puede hacer que cueste menos tomar la decisión de alinear otro tipo de centrocampista que haga que el Madrid 24/25 se parezca algo más al de las 23/24.
Modric, al rescate
Los ojos se ponen inmediatamente en Modric. Lo más parecido a Kroos para marcar el ritmo de un partido es el croata. Con Camavinga lesionado también, podría ser la apuesta en la medular junto a Tchouaméni y a Fede Valverde. La otra opción sería por fin darle continuidad a Dani Ceballos.
Por el contrario, si lo que pretende el técnico es seguir con esos cuatro hombres arriba, entonces, tal y como ocurrió la pasada temporada cuando Bellingham se ausentaba, sería Brahim el beneficiado. O incluso Arda Güler. Aunque ahora que ya no tiene que quitar por decisión técnica a una 'vaca sagrada', todo hace indicar que la decisión será la de alinear un centrocampista puro para tratar de encontrar el equilibrio adecuado.