A grandes males, grandes remedios. En el Barça de los mil problemas con el Fair Play financiero y de alguna ayuda extra reconocida por LaLiga (prórroga hasta enero para equilibrar sus cuentas), la solución ha venido por tres lados: el fichaje de Hansi Flick, su confianza ciega en la cantera y la revitalización de algunos veteranos.
El técnico alemán, como también hizo su antecesor, Xavi Hernández, ha dado oportunidades a jóvenes que están respondiendo de maravilla. Ahí están los cuatro debuts en cuatro jornadas del ahora gravemente lesionado Marc Bernal, de Pau Víctor, Gerard Martín y del último, Sergi Domínguez.
Pero su gran labor, sobre todo, está en sacar lo mejor de quienes llevan años marcando diferencias. Recuperar al mejor Lewandowski era vital para que todo el engranaje funcione a la perfección. De nada sirve mantener la consistencia defensiva, dominar el balón y los espacios, si luego no tienes quien culmine el trabajo.
Raphinha está siendo de los más destacados, pero Lewandowski está siendo letal. Ubicado en el área, su hábitat natural, y con la confianza de un Flick que lo aprovechó muy bien en el Bayern, el polaco lleva ya cuatro dianas en otros tantos partidos. Nada que ver con lo de la pasada campaña, cuando fue perdiendo poco a poco, por sus problemas físicos y por su falta de gol, la confianza de un Xavi que pretendía fichar otro 9 este verano.
Por suerte para Lewandowski, llegó Hansi Flick y no ha dudado. El Barça sonríe en este inicio de temporada, se va líder de LaLiga con 12 puntos sumados de 12 posibles, y con cuatro de ventaja sobre el Real Madrid y el Atlético de Madrid.