Marcelino García Toral aterrizó en el Villarreal con un discurso: no puedo hacer milagros. Sin embargo, los números evidencian que su regreso trajo consigo una importante mejora a nivel de resultados: 34 puntos (15 más que hasta su llegada con los mismos encuentros jugaddps), casi el doble de victorias (nueve por cinco), y hasta 22 goles de diferencia en el golaveraje general (de +11 a -11) entre la primera y la segunda vuelta. Estos registros, además, mantuvieron abierta la puerta a Europa.
"El hecho de que yo viniese no quería decir que fuese fácil, y así se demostró. Al principio ganamos un par de partidos, pero tuvimos resultados negativos durante todo el mes de diciembre y principios de enero. Todo resultaba complicado porque también acumulamos lesiones. Creía que en ese momento podía y debía ayudar, y estaba convencido de que íbamos a revertir la situación", explicó ante los medios oficiales del club.
Marcelino habló también sobre cómo el período veraniego determina el rumbo de un plantel: "Lo más difícil es fichar, mucho más que entrenar. Y eso lo testifica mi opinión como entrenador, que el día 31 de agosto, en un porcentaje importante, supe más o menos, con una diferencia pequeñita, a lo que podíamos aspirar. Está la aspiración objetiva y la ilusión añadida. Hay que ser objetivos respecto a lo que creemos que es exigible a esa plantilla".
"Estamos inmensamente agradecidos a los futbolistas porque nos dieron su apoyo, su total colaboración y un rendimiento progresivo muy bueno. Es una satisfacción, sobre todo en una situación tan difícil. Yo nunca pasé miedo y siempre tuve la seguridad de que no íbamos a pasar problemas para mantener la categoría", destacó el técnico, quien volvió a insistir en que los jugadores son "los responsables y los verdaderos protagonistas".