Estaba escrito. Gaditano y excadista, opción fija para amargar la tarde al Cádiz. A ese perfil responde Pejiño, natural de Barbate, y que a los seis minutos soltó un zurdazo que sorprendió a Ledesma para anotar su primer tanto en LaLiga, el 1-0. La ley del ex, ya saben.
Fue la consecuencia del aplastante dominio inicial de Las Palmas que, con la posesión como argumento, a punto estuvo de doblar la ventaja si Munir hubiera aprovechado el regalo servido por Moleiro -qué clase la suya- desde la izquierda.
Al Cádiz sólo le quedaban las sobras, algún contragolpe y poco más. En uno, justo antes del fallido remate de Munir, consiguió marcar Alejo, pero fue anulado por fuera de juego de Roger en el inicio de la acción. Éste, poco después, se tendría que marchar, entre lágrimas, lesionado en el tobillo.
Se le multiplicaban los problemas a los andaluces, salvados por la madera tras un golpe franco de Munir.
Fue un efecto despertador. Los de Sergio perdieron el miedo y se acercaron con peligro a Álvaro Valles, héroe de los suyos ganando el mano a mano a Chris Ramos. De esas, un delantero no puede fallar ninguna.
Sin Moleiro, sin magia
Moleiro se quedó en el vestuario con una lesión en el hombro y Las Palmas perdió su toque y clase. Su juego ya no era tan elaborado y eso aumentó las opciones del Cádiz. Oportunidades había para los dos. Sobrino y Maxi, por un lado; Kirian y Pejiño, por el otro. Pero eran los visitantes los que más y mejor miraban a la portería contraria.
Álvaro Valles se desgañitaba con sus compañeros porque veía venir el empate. Y no sería porque no avisó. Y porque antes lo evitó con dos paradones a disparos de Maxi y de Robert Navarro. Pero ya no pudo frenar el testarazo de Chris Ramos en el minuto 82.
El marcador ya no se movió más, pero los insulares terminaron pidiendo la hora después de una mala segunda mitad. El punto no es satisfactorio para ninguno.
Jugador Flashscore del partido: Álvaro Valles (Las Palmas).
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