Sucic neutraliza el picotazo de la Araña y hace pagar cara la racanería al Atleti (1-1)
Centro de datos del Real Sociedad-Atlético de Madrid
52 segundos. Es lo que tardó el Atlético de Madrid en cerrar la herida de Lisboa. Fue Julián Álvarez, habilitado con un taconazo de Griezmann, quien acalló Anoeta marcando el 0-1. No hay mejor manera de comenzar un encuentro. Aun así, a la Real no le afectó en demasía y antes del cuarto de hora ya había obligado a Oblak a ganarse el sueldo con dos paradones a bocajarro.
Tener la posesión, sin embargo, no incomodaba a los madrileños, bien protegidos en su propia parcela con su 5-4-1. No le importaba al Cholo que la Real sobara la bola, pues apenas le generaba ocasiones. Jugaban los colchoneros con la desesperación de los de Imanol, que en casa no ganan para disgustos. Estos, a veces, lo intentaban con pases largos y en otras, las menos, con individualidades. Kubo fue quien mejor probó los reflejos de Oblak en la primera mitad. Así, entre la racanería del Atleti y la inoperancia realista, llegó el descanso con el 0-1.
Sucic, un cañón como zurda
El guion, si alguien esperaba lo contrario, no cambió en la vuelta a la acción. Entró Brais Méndez, mas los rojiblancos se quedaron en su cueva, sin arriesgar y esperando alguna contra. La tuvieron con una culminada por Nahuel Molina en posición forzada. Por si las moscas, enseguida se volvieron a encerrar.
Y la Real continuó buscando el empate chocando contra un muro. Ni de lejos con Sucic ni de cerca con Oyarzabal ni de cabeza con Barrene ni con los regates de Kubo... parecía todo inservible. Pero la fe mueve montañas y Sucic creyó tanto que, ya en la recta final, soltó un zurdazo monumental de rosca y de primeras que entró directo a la escuadra con una bellísima curva. Un golazo extraordinario, un justo premio al que no se rindió y un justo castigo para el que sólo quiso defenderse.
Jugador Flashscore del partido: Oblak (Atlético de Madrid).