Chukwueze ejecuta al Madrid (2-3) y entrega las llaves de la Liga al Barcelona
El fútbol trata de diversión, de buscar la portería contraria, de hacerlo con juego asociativo o con uno más directo, de generar ocasiones y de disparar a puerta para hacer goles. A veces, más de las debidas, los entrenadores ponen grilletes a sus futbolistas. Pero hay otros, como Ancelotti y Setién, que les dejan hacer, que prefieren el ataque a la defensa. Y así uno se alegra de ver este deporte, de escribir sobre ello, de disfrutarlo, en definitiva.
Todo eso ocurrió en el Bernabéu. Desde el pitido inicial, ambos tuvieron a Courtois y a Reina como objetivos finales. Lo intentó el Villarreal jugando con Lo Celso de falso 9, lo que despistó a Tchouaméni, que perseguía sombras, y relajaba en exceso, para mal, a Rudiger y a Alaba, sin referente fijo. Eso ponía en dificultades al Madrid al sacar el balón en corto, así que buscó en largo y encontró dos carreras de Nacho y Vinicius al espacio que a punto estuvieron de abrir el marcador.
Sí lo consiguió Asensio al cuarto de hora. Mejor dicho, Pau Torres en propia meta. El carrerón del balear desde su campo encontró en el área la pared con Vini y, sin ángulo, disparó con la suerte para los blancos de que rebotó en el central amarillo y se transformó en el 1-0.
Chukwueze, el danzarín
Eran un vendaval los de Ancelotti. Si no es por Pepe Reina, que evitó dos goles cantados de Benzema y Rodrygo, el partido se habría terminado. Pero el cuarentón se hizo gigante y permitió la reacción de los suyos. Y qué reacción. Se quedaron con el balón y comenzaron a acumular ocasiones. Baena lo intentó de lejos, pero el mayor peligro lo generó Chukweze. Avisó con un disparo desde la frontal y a la segunda no falló. Con un regate eléctrico, rompió a Nacho, que se quedó buscando su cadera sobre el césped, y fusiló a Courtois. Un golazo.
Todavía hubo tiempo para dos ocasiones más: una de Foyth que sacó el belga abajo en el palo; y otra de Nacho, cuyo cabezazo picado se marchó rocando el poste.
Vinicius, el escapista
El descanso no redujo las ganas de dar espectáculo. Al contrario. Estaba Vini juguetón e hizo el más difícil todavía. Se metió entre cuatro rivales, tiró un caño imposible a Mandi para eliminar a todos y plantarse ante Reina que ya estaba batido antes del disparo. Golazo.
Con el 2-1, el encuentro se abrió aún más, no lo supo cerrar el Madrid porque eso iría contra natura. Era una batalla cuerpo a cuerpo en la que todos atacaban. Vinicius estaba desatado y perdonó dos goles claros. También falló Yeremi Pino sin portero. Y Nacho sacó otro balón bajo palos. Pero el que no perdonó fue Morales. El comandante aprovechó la asistencia de Chukwueze, qué regateador, para marcar, en el área chica, el 2-2 en su primer toque de balón. Mayor eficacia, imposible.
¿De qué planeta viniste, Samu Chukwueze?
Aún quedaban 20 minutos para el final... y para lo mejor que se vio en la noche, otro golazo de Chukwueze, que enseñó el balón, lo escondió, se lo llevó delante de Nacho y soltó un zurdazo de rosca que sacó las telarañas del Bernabéu para hacer emerger al submarino amarillo. Qué espectáculo de remate. Y de jugador.
¿Se acabó ahí? Pues claro que no porque el Madrid siguió intentándolo. Fue entonces cuando Alberola Rojas decretó penalti por mano de Mandi que, tras mucha deliberación, el VAR anuló. Se llevaban los demonios a los merengues porque sabían que se les escapaba la Liga. Y se les escapó. Ahora sí que sí. Después de la euforia por golear al Barça, no pudieron hacer frente a un Samu Chukweze que, con su doblete, entregó las llaves del título a los azulgrana al tiempo que coloca, y eso es lo que le importa, a los suyos en la pelea por la Champions. El Real, a jugársela el miércoles ante el Chelsea.
Jugador Flashscore del partido: Samu Chukwueze (Villarreal).
Todos los detalles y las puntuaciones del Real Madrid-Villarreal están en Flashscore.