¿Está haciendo méritos Take Kubo para volver al Real Madrid?
Tras una brillante negociación de Juni Calafat, el jefe de captación internacional del Real Madrid, Kubo firmó por los blancos al cumplir 18 años tras haber llegado con 10 a La Masía y haber tenido que salir en 2015 a raíz de la sanción de la FIFA por violar la política de transferencias internacionales para menores de 18 años. Volvió a su país, jugó en el FC Tokyo y en Yokohama Marinos y, a punto de cumplir la mayoría de edad, cuando ya podía regresar a Europa, el Madrid se adelantó al resto de pretendientes que querían ficharlo.
Tras varias cesiones, dos fugaces a Getafe y Villarreal y otras dos más continuas en el tiempo al Mallorca en dos etapas diferentes, Kubo ha destapado el tarro de las esencias en Anoeta, con brillantez, continuidad y eficacia de cara a puerta. Hace unos meses, ambicioso y consciente de la oportunidad de progresar que le ha dado la Real, dijo: “Si quiero ser élite debo estar más tranquilo de cara a puerta y marcar más goles”. Dicho y hecho. Lo está consiguiendo.
Overbooking en el centro del campo y en la banda derecha
Ahora bien, la pregunta que se hacen en la planta noble de Valdebebas es: ¿La magnífica temporada que está protagonizando es suficiente para que tenga un sitio en la plantilla la próxima campaña? Hay opiniones divergentes sobre el asunto pero, de momento, la idea que prima es no incorporarlo. El overbooking en el centro del campo es grande, se está negociando con Ceballos sobre su continuidad, está pendiente la renovación de Modric, se pretende que vuelva Brahim desde Milán y se está hablando con Bellingham y Gabri Veiga. Hay demasiados jugadores, algunas dudas y poco espacio. Su zona de influencia es la banda derecha, una demarcación que en el Real Madrid se reparten Rodrygo, Valverde y Asensio. Por ahí también se desenvuelve Brahim, cuyo retorno parece cercano.
Otra cuestión es el aspecto económico. El Real Madrid lo vendió a la Real el pasado verano por 6 millones de euros y el futbolista pertenece al club donostiarra a todos los efectos salvo el 50% de los derechos económicos, cifra que se reservó el Madrid. Es decir, en caso de que un club pagase su clausula de 60 millones de euros sería la mitad para cada club. Si el Madrid quisiera recuperarlo tendría que pagar la mitad o negociar un precio con la Real, club amigo al que ya ha hecho otras cesiones con gran resultado (Odegaard) y al que le interesa mantener una buena relación con los dirigentes blancos.
Su plaza de extracomunitario no sería ya un problema puesto que Vinicius, Rodrygo y Militao han obtenido la nacionalidad española. La cuestión es si encaja o no en la próxima plantilla del Real Madrid 23/24 y, salvo gran giro de los acontecimientos, la respuesta, de momento, es no.