El Barcelona tiene muchos motivos para celebrar, y lo que se vivió este lunes por la Ciudad Condal así lo demuestra. Decenas de miles de personas se echaron a las calles y disfrutaron junto a los futbolistas de una tarde mágica. Había ganas de volver a conseguir algo importante tras varios años con muchas más decepciones que alegrías y una temporada 2021/22 en blanco. Han cambiado poco las cosas en Europa, de nuevo con doble eliminación, pero el giro ha sido radical en el torneo regular.
Doble drama continental
Xavi Hernández ha ido dando pequeños pasos desde que asumió las riendas del club de sus amores. Hay que retroceder a finales de 2021 para encontrar sus primeros días al frente de la entidad culé. La situación era muy complicada, especialmente por las malas sensaciones, pero aún tenían una buena oportundiad ante el Benfica. Si ganaban, accedían a los octavos de final de la Champions. No fue así y la posterior derrota contra el Bayern de Múnich confirmó la tragedia.
Lo peor estaba por venir: la invasión del Eintracht de Frankfurt al Spotify Camp Nou (2-3). Empataron en la ida y perdieron de forma sorprendente en la vuelta, con miles de aficionados vestidos de blanco en las gradas. La Europa League, una competición que ilusiona más bien poco en el Barça, aún tenía una nueva decepción -mucho más reciente- para el equipo catalán (ante el Manchester United). El deseo de cara a la próxima campaña, por supuesto, es no volver nunca más al segundo escalón de la UEFA.
Triunfo en la Supercopa de España
Segundos en la pasada edición de LaLiga Santander, consiguieron el billete para la final a cuatro de la Supercopa de España. Tuvieron que acudir a la tanda de penaltis contra el Real Betis, igual que el Real Madrid frente al Valencia, y se mostraron muy superiores en el duelo decisivo (1-3), un clásico de grandes dimensiones que bien decidía un título, quizás no el que más importancia tiene. Ganarle al eterno rival, sin embargo, siempre es un aliciente de cara a ofrecer el mejor nivel posible.
Así, Xavi inauguraba su particular vitrina como técnico blaugrana. Fueron muchísimos los éxitos que logró cuando se vestía de corto porque formó parte de la etapa más gloriosa y, además, era una pieza imprescindible en el centro del campo. Seguramente le gustaría que sus futbolistas jueguen de la misma forma, o parecido, que aquellos (con, entre otros, Andrés Iniesta y Leo Messi como principales culpables), pero eso queda en un segundo plano cuando los resultados, al fin, empiezan a acompañar.
Una Liga inmaculada
Con menos goles a favor de los esperados, también menos en contra de los que podían imaginarse y muchos más puntos de diferencia respecto al segundo clasificado (14 con 12 por disputarse), el nuevo campeón ha liderado con claridad, especialmente en 2023, para levantar este trofeo por 27º vez. Han pasado cuatro años desde que lo hicieron y ya tocaba volver a superar al Madrid en la Liga, que había caído para los dos equipos de la capital en 2020, en 2021 (Atlético) y en 2022.
El entrenador de Terrassa se ha unido a la filosofía del unocerismo, un resultado que le ha valido para ganar en once ocasiones. Marc-André Ter Stegen ha encajado 13 tantos (y sólo uno por parte de un rival -Joselu Mato- en el Camp Nou). Los blancos han recibido más del doble (32), una diferencia que ha resultado trascendental y que ha provocado que sea inútil el hecho de que hayan estado ligeramente mejor en el aspecto ofensivo (64 y 70, apenas seis entre ambos).