Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

La Liga MX: un imán de buenos entrenadores extranjeros

Andre Soares Jardine, entrenador del América de México
Andre Soares Jardine, entrenador del América de MéxicoAFP
La liga mexicana es, desde varios aspectos, un paraíso para aquellos futbolistas sudamericanos a los que las puertas de la élite europea les es esquiva. Con sueldos muy por encima del promedio en el continente, y solo por detrás de Brasil, la Liga MX también ofrece una buena calidad de vida para las familias de los futbolistas.

A pesar de lo que puedan establecer las estadísticas —tan solo en junio pasado hubo 2,673 homicidios dolosos (el mes más violento de 2024), según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)—, la burbuja en la que viven los jugadores más importantes de Primera División, les permite tener un nivel de vida que el mexicano promedio difícilmente puede alcanzar. 

Aunado a ello, y a diferencia de Brasil, México ofrece una liga sin las presiones habituales de Sudamérica, en donde el fanatismo ciego suele ganarle a cualquier mínimo razonamiento.

Por si fuera poco, la Liga MX se ha decantado por abrazar los estímulos económicos con decisiones que han fulminado el espíritu deportivo. Con el pretexto de recuperar el tiempo perdido por la pandemia, los directivos ampliaron la liguilla y ahora, de los 18 equipos de primera, 10 pueden acceder a la fase final del campeonato. 

Asimismo, mientras los esfuerzos se enfocan en consolidar los lazos con la MLS para continuar acrecentando las cuentas bancarias, los procesos formativos de jugadores se han visto estancados y reflejados en la poca exportación de renombre de futbolistas mexicanos a Europa que hace algún tiempo era una realidad. 

Pero, por increíble que parezca —o tal vez no tanto—, a pesar de todos estos factores contra la naturaleza del espíritu competitivo, la Liga MX ha sido un imán para entrenadores de de grandes cualidades que, cortejados por buenos salarios, se han instalado en México para continuar desarrollando su impronta. 

De los 18 entrenadores de Primera División, tan solo cuatro son mexicanos. Los 14 extranjeros restantes se reparten de la siguiente manera: cinco de Argentina, dos de España, otros dos de Brasil, un par más de Uruguay, uno de Colombia, otro de Serbia y uno de Portugal. 

Aquí los entrenadores extranjeros más representativos de la Liga MX: 

Andre Soares Jardine, entrenador brasileño del Club América

Nacido en 1979 en Rio Grande do Soul, Brasil, Jardine se ha convertido en un referente más de la lista de ilustres entrenadores que llegan a la profesión sin haber pisado una cancha como futbolista profesional. Graduado como profesor de Educación Física, Jardine se especializó en divisiones inferiores del Internacional de Porto Alegre, club en el que recorrió todas las categorías y hasta llegó a tener un paso fugaz como entrenador interino del primer equipo. 

Tras pasos posteriores por categorías inferiores en el Gremio y en el Sao Paulo, donde fue entrenador del primer equipo durante unos meses, la vida de Jardine cambió para siempre en 2019, cuando se hizo cargo de la selección brasileña sub-20 y luego de la escuadra olímpica con la que ganaría el Oro en Tokio 2020. 

En su camino a esa presa dorada, Jardine eliminó a México y llamó la atención de los directivos de la Liga MX. En 2022, el brasileño se convirtió en entrenador del Atlético San Luis, un equipo pequeño de la liga en el que comenzó a desarrollar una idea de juego agresiva de constante presión. 

A pesar de un paso tambaleante, Jardine dio un salto considerable en 2023 al ser nombrado entrenador del Club América, uno de los grandes del país. Con un presupuesto amplio y mejor materia prima, Jardine ha impuesto su impronta con un bicampeonato de alarido. 

Martín Anselmi, entrenador argentino de Cruz Azul 

Aunque fue parte de las divisiones inferiores del histórico Ferro Carril Oeste, Anselmi no jugó como profesional. El argentino nacido en Buenos Aires en 1985 también se graduó como periodista deportivo, pero nunca ejerció la profesión. Fue en la dirección técnica donde este porteño encontró su más grande pasión y se entregó por completo a la pelota. 

Desde 2015, con 30 años, Anselmi comenzó su periplo en los banquillos con varias experiencias como asistente en cuerpos técnicos de equipos de divisiones menores. Sin embargo, impulsado por sus ganas de desarrollar su carrera, fue en el extranjero donde halló un fuente inagotable de impulsos para desarrollarse como entrenador. 

Tras un paso en Perú y en Chile, fue en Ecuador donde Anselmi encontró un ambiente ideal para forjar su nombre. Ídolo en el emergente Independiente del Valle, club en el que ganó cuatro títulos en poco más de un años y en el que encontró una mezcla perfecta de juventud y experiencia para construir equipos dinámicos, intensos y de buen pie, no tardó mucho para que la economía del futbol mexicano pusiera sus ojos en él. 

A finales de 2023, Anselmi fue presentado como entrenador de Cruz Azul, un poderoso equipo de la Liga MX que acaba de salir de una larga sequía de títulos y que aspiraba a un director técnico que se encargará, con gran presupuesto, de desarrollar una idea de juego digna de un equipo grande. En su primer torneo, el argentino no sólo mostró un estilo propio de buen pie y de gran intensidad, sino que llegó, siento constante, a la final del campeonato donde fue derrotado por el América de Jardine. 

Renato Paiva, entrenador portugués de Toluca

“Yo no fui futbolista profesional. A los 16 años, pasé una prueba en el Vitória de Setúbal. Pero cuando llegué al Sub-17, los entrenamientos empezaban por la mañana. A la misma hora que la escuela. Mis padres no me permitieron seguir jugando al fútbol”, contó Paiva para explicar el porqué se decantó, desde temprana edad en la dirección técnica. 

Nacido en 1970 en Castelo Branco, Portugal, Paiva se hizo famoso por siempre tener preguntas. Su curiosidad, guía de sus pasiones, no permitió alejarlo del fútbol y pronto se convirtió en un miembro más del departamento de scouting del Benfica, uno de los clubes más grandes del país. 

En el ‘O Glorioso’ estuvo 16 años, tiempo que pasó a dirigir equipos de divisiones inferiores y en el que vio desarrollar grandes talentos que se convertirían en baluartes importantes, no solo del club, sino de la selección portuguesa. Pero, un vez que entendió que había cumplido un largo ciclo, Paiva supo que tenía que forjar su propio camino y no temió a experimentar. 

Por eso, seducido siempre por la idea de juego que pretendían los directivos del Independiente del Valle ecuatoriano, Paiva aceptó ser su entrenador y a su llegada a Sudamérica avisó que su equipo no iba a jugar con pelotazos. Tras un año en el que sufrió altibajos con la directiva, el portugués llegó al León donde se topó con futbolistas que no quisieron adaptarse a su estilo de juego y se marchó a Brasil. 

A pesar de esa mala experiencia en México, Paiva volvió en 2023 a la Liga MX con el Toluca, uno de los equipos más ganadores que intenta revivir su época dorada vivida en los años 90. Con los Diablos, el portugués ha sabido convencer a sus futbolistas de lo que pretende y, en 23 partidos de liga disputados, solo ha perdido cuatro. 

Juan Carlos Osorio, entrenador colombiano de Xolos 

Hace unas semanas, Osorio aceptó que el mayor error de su carrera fue no aceptar la continuidad al frente de la Selección Mexicana de Fútbol tras el Mundial de 2018 y valoró el estilo de juego que existe en suelo azteca. 

El colombiano, nacido en 1961 en Risaralda, ha forjado su nombre desde la pasión y el esfuerzo por convertirse en entrenador, a pesar de todo. Desde arrendar una habitación frente a las instalaciones del Liverpool  de Inglaterra para poder ver los entrenamientos del equipo, hasta convertirse en asistente técnico del Manchester City, Osorio ha tenido un periplo largo que ha consolidado su nombre. 

Con un estilo meticuloso y de constante estudio, Osorio ha sabido pasar por Brasil, Colombia, Estados Unidos, Egipto, su natal Colombia e incluso por un paso previo por México, fue con la Selección de ese país donde alcanzó un gran desarrollo como entrenador. Mientras supo enfrentarse a la feroz crítica mexicana, Osorio imprimió un selló propio al Tri que tuvo su punto cúspide en el Mundial de Rusia 2018, con una rimbombante victoria frente a Alemania. 

Su regreso a Xolos de Tijuana fue una sorpresa para propios y extraños. Sin embargo, en la frontera aseguran que tienen a un entrenador que sabrá generar un equipo ganador como el que tuvieron en 2012, año en el que ganaron su primer y único título hasta ahora. 

Guillermo Almada, entrenador uruguayo de Pachuca

Tras una extensa carrera como futbolista que duró poco más de 20 años, en equipos de Uruguay, Colombia y Chile, Almada se ha consolidado como un entrenador que sabe trabajar y desarrollar jugadores jóvenes y, al mismo tiempo, forjar equipos protagonistas basados en una intensa presión alta para recuperar lo más pronto posible la pelota. 

Ha sido en México donde Almada encontró su lugar en el mundo, tras pasos en banquillos de su natal Uruguay y Ecuador. Primero en Santos de Torreón, donde construyó equipos que se quedaron en la pupila pero sin ganar ninguna copa, y desde hace un par de años en Pachuca, el uruguayo se ha convertido en un técnico tan capaz, que su nombre siempre está vinculado a la inestable selección nacional.

Ganador de una liga mexicana y una Liga de Campeones de la Concacaf, que le permitirá a Pachuca competir en la primera edición del reconvertido Mundial de Clubes de la FIFA, Almada ha sido venerado también por el constante desarrollo jóvenes futbolistas de la inagotable cantera de Pachuca, un equipo con un contexto relajado donde se puede trabajar sin presión. 

Aunque la liga siempre será un objetivo para el club y para Almada, la mirada del uruguayo está puesta en el próximo Mundial de Clubes, donde espera dejarle claro al mundo de lo que puede ser capaz.