El encuentro contó con una reducción del 20% del aforo como consecuencia de una sanción dispuesta por la Conmebol contra Argentina por cánticos racistas en partidos anteriores, por lo que las gradas bajas lucieron despobladas.
Antes del partido se realizó un homenaje a Ángel Di María, quien se retiró del seleccionado argentino tras la conquista de la Copa América de Estados Unidos, en un acto que contó con la presencia de Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, que obsequió al jugador de Benfica con una réplica del trofeo continental.
No tardó nada la Albiceleste en tomar el control del balón y arrinconar contra su campo a Chile, que se veía atorado en la salida, presionado en todos los sectores, atosigado por el juego intenso de los campeones del mundo.
Pronto, el local generó situaciones de riesgo, incluidos un remate frontal de De Paul que salvó un defensor, un derechazo elevado de Julián Álvarez desde buena posición, un remate cruzado del propio centrocampista colchonero que exigió a Gabriel Arias y un cabezazo de Nico González que salió muy hacia el centro.
El amplio dominio local impacientó a Ricardo Gareca, el DT de La Roja, que trató de sacar del asedio a sus dirigidos, y cerca de la mitad de la cancha consiguió ese objetivo, en la medida que Chile tuvo algo más de dinámica en sus movimientos.
Las emociones volvieron sobre el final de la primera parte, con la primera oportunidad visitante, un cabezazo de Catalán que dio en la base del palo izquierdo y a milímetros estuvo de darle una ventaja impensada al cuadro de Gareca, y que luego quedaría guardada como la única gran ocasión para la visita.
El cero al final de la primera parte castigaba la falta de eficacia de la anfitriona, que abrumó con un 70% de posesión del balón, pero había fallado cada uno de sus ocho remates al arco.
Se cae el muro
El muro que había construido Gareca durante la primera parte para defender su valla se vino abajo en el amanecer de la segunda parte, cuando los de Scaloni encontraron lo que le faltaba, la precisión necesaria en velocidad para romper la paridad.
El 1-0 surgió en una gran acción colectiva que terminó con centro de Julián, Martínez dejó pasar y Mac Allister ingresó por detrás para empalmar un derechazo seco al rincón, a contrapierna de Arias, que esperaba el tiro cruzado.
La apertura del marcador tranquilizó al local, que mantuvo el dominio, pero no levantó del todo el pie del acelerador.
Si Argentina necesitaba algo más para coronar la noche, J. Álvarez se reencontró con el gol, con un zurdazo potente desde fuera del área que sacudió el larguero y entró, demasiado potente para la resistencia de Arias.
Sin respuestas, Chile se resignó y los campeones del mundo aumentaron cifras para edificar la goleada con la asistencia de Garnacho para Dybala, que le hizo honor al 10 que suele lucir el ausente Messi, con un enganche para eludir a un defensa y castigar con un remate potente al primer palo de Arias para el 3-0 que cerró otra noche de fiesta para Argentina.
En la jornada siguiente, la Albiceleste visitará el martes a Colombia en Barranquilla, mientras que su último rival actuará como local en Santiago frente a Bolivia.